“Se está teniendo más en consideración la música dentro de la fiesta”
Entrevista a José del Valle, asesor musical de la Associació de Sant Jordi

José del Valle es uno de los cargos de confianza de la Associació de Sant Jordi (ASJ). Se cumple un año de su designación como asesor musical, tomando el relevo así a su antecesora –y mujer–, Silvia Gómez.
Músico profesional, profesor de viola destinado en el Conservatorio de Elda desde hace casi tres décadas, también es compositor de música contemporánea. Se formó como compositor en la ECCA, una escuela que había en Alcoy por Javier Darias, con quien reconoce que sigue manteniendo la “relación”.
En su trayectoria profesional aparece la participación en diversos festivales y hace varios años ganó el Premio de Jóvenes Compositores de la SGAE.
La vinculación de José del Valle con el mundo de la Festa viene porque es festero de la Filà Cides, sin embargo, y aunque no se lo planteaba de inicio, desde octubre de 2024 su nexo creció al aceptar la propuesta de Paco García, presidente de la ASJ, de ser asesor musical.
– ¿Cómo asumió la propuesta, hace ya un año?
– Contactó conmigo Paco. No es una cosa que estuviera en mis planes. En el mundo de la Festa estoy como festero, no como músico. Es un proyecto que me ofrecieron con una serie de personas que me interesaba el proyecto que tenían y estaba muy de acuerdo con todo lo que querían hacer. Estoy tratando de ayudar en todo lo que puedo.
– Cumplido el primer año en el cargo, ¿cómo valora por ahora la experiencia?
– En general ha sido buena, la acogida ha sido buena y yo estoy a gusto trabajando.
Me costó un poco entrar porque al principio vas un poco perdido.
He insistido mucho en que este no es mi mundo, mi mundo es la música contemporánea, yo vivía las fiestas como festero y como alcoyano.
– Pese a que de inicio ser asesor musical de la entidad festera no entraba en sus planes, ¿qué objetivos o retos se marcó en el cargo?
– Mi antecesora, Silvia, tuvo una línea a seguir que es más o menos la misma que la mía, pero cada uno tenemos nuestra forma de hacer las cosas.
Cuando yo llegué al cargo para mí es muy importante poner en conocimiento e intentar cuidar el patrimonio que hay.
He estado trabajando en ordenar e inventariar el archivo de la ASJ, y ya ha venido gente a verlo.
Por otro lado, otro de los puntos es que la música festera no es cuestión de salir a la calle y escuchar lo que va sonando. Algunas modas han podido influir y otras no, pero mi idea es intentar no cerrar puertas, intentar que la gente empiece a preocuparse un poco por la música.
Muchas veces me da la sensación de que la música festera funciona a modas, y se cierran épocas pasadas que no se deberían de cerrar.
Estoy seguro de que a muchos festeros les gusta la música festera.
Luego ya hay cuestiones más culturales, que entra ya en la inercia habitual. Creo que el asesor musical tiene que dar su visión, intentar canalizar sus ideas y si llegas a alguien, bien, y si no, pues se ha intentado.
– ¿Cómo definiría la labor del asesor musical?
– Creo que tengo que asesorar a las filaes, intentar llevar a cabo, en la medida de lo posible, esa difusión…
Por ahora, todas las reuniones en las que he estado he tenido una acogida muy buena.
Aparte, está el tema del órgano, que Alcoy debería de tenerlo más presente.
La Asociación ya se ha dado cuenta de que hay que mantenerlo, aunque estoy seguro de que el órgano siempre se ha cuidado, y sobre todo hay que intentar darle más difusión, que es un poco lo que estamos haciendo.
Ahora vuelve a estar Paco Amaya como organista. Apoyándome en él es una forma de intentar darle otra visión al órgano. El año pasado vino Juan de la Rubia a hacer una serie de conciertos muy interesantes. No es que el órgano tenga que estar siempre presente, pero hay que intentar insistir.
– ¿Hasta qué punto llega esa labor?
– El asesor musical está relacionado con casi todas las ponencias de la Asociación. El problema es que, se puede decir que el asesor musical es casi un vocal, y de esto se está dando cuenta la gente.
La música en fundamental en la Festa y tiene que tener presencia en el organigrama. Tanto Paco como la Junta Directiva son conscientes de ello y le están dando la importancia a la música.
Hay muchos frentes abiertos en el trabajo del asesor. Entras al cargo pensando que es una cosa, y luego te encuentras el amplio abanico que hay.
– Ya lo ha dicho, pero es cierto que las fiestas de Moros y Cristianos no se entienden sin la música.
– La música es muy importante dentro de la Festa. Cada vez se está teniendo más en consideración, pero siempre ha estado un poco olvidada.
La música tiene que estar organizada, tiene que tener a alguien con autoridad, porque no es solo la música en los propios días de fiestas, es la preparación, es la conservación de un archivo y patrimonio musical. El patrimonio en un cajón se pierde, ese es el problema que tiene la música en la Festa.
– En esa línea va precisamente el último proyecto, que es el libro editado con todas las versiones del Himno a San Jorge, ¿verdad?
– Sí, el libro es una continuación del libro del Himno de fiestas que se hizo en 2022.
Lo que me planteé es que era el 60 aniversario del Himno a San Jorge, y además, el 750 aniversario del patronazgo, y que sería ideal hacer una edición en condiciones, porque lo que había era un manuscrito.
Empecé a buscar información, a hablar con familiares de gente relacionada con las versiones que existían. Fui recopilando información y a partir de ahí creo que ha salido algo interesante. En el prólogo cuento un poco todo esto y también mi relación con las entidades musicales.
El libro recopila todas las versiones que hay del Himno a San Jorge.
– ¿La idea es continuar en esa línea y dar a conocer la riqueza musical de la Associació?
– Siempre digo que el archivo no tiene cosas valiosas, pero sí curiosas, como por ejemplo, el Premio de Composición. En su momento los premios se editaban y se pueden ver las partituras que se enviaron, en manuscrito. El Premio ha caído un poco en el olvido y creo que es importante darle su valor y pienso en intentar tener una edición física para guardar.