“Un museo no tiene que ser un contenedor de piezas, si no un centro de aprendizaje”
Entrevista a la directora del Museo Arqueológico Camilo Visedo, Palmira Torregrosa

Palmira Torregrosa, Doctora en Historia, lleva más de cinco años al frente del Museo Arqueológico Camilo Visedo de Alcoy, después de acceder al cargo de directora en febrero del año 2020, tras la jubilación de Josep María Segura.
Torregrosa habla sobre las actuaciones de mejora que se realizaron en las instalaciones en 2024, algunos de los proyectos que tienen entre manos, así como retos y objetivos que se plantean para este Museo, que cuenta con una colección de cerca de 70.000 piezas.
– ¿En algún momento se ha hablado de ampliar el Museo Arqueológico. Hace unos meses finalizaron algunas actuaciones de mejora enfocadas principalmente en la accesibilidad. ¿Cuál ha sido el resultado?
– La ampliación supondría una inversión enorme. El edificio necesitaba una serie de mejoras, sobre todo en tema de accesibilidad. Ahora ya se puede entrar en plano a las salas, ya que antes había escalones. Los aseos tampoco estaban preparados para gente con movilidad reducida. También se cambió el ascensor. Se actuó en materia de climatización, de eficiencia energética y se quitaron humedades con la impermeabilización.
– En el momento de reapertura del Museo se habló de crear una hoja de ruta con actividades enfocadas a la juventud y a los niños. ¿En qué punto está este tema?
– Esa era una cuestión que teníamos pendiente y pienso que vamos por buen camino.
La incorporación de un técnico más, Germán Pérez, que además tiene experiencia como profesor, está ayudando a iniciar una ruta didáctica. Tenemos unas actividades que se llaman ‘Anem al Museu’, que coinciden con el curso escolar y que tiene dos líneas paralelas: unos talleres o actividades para los más pequeños de distintos temas, que este año han funcionado bien, hemos notado mayor afluencia con esos recursos didácticos y también para los mayores, para un público más general, por las tardes, algunas conferencias, charlas, que están relacionadas con lo que se ha hecho por la mañana, con la pedagogía para los colegios. Ahora ya estamos trabajando para preparar las actividades del curso que viene.
– ¿Cuál es el perfil principal de visitante?
– Los más pequeños, los colegios. Es algo que nos parece muy interesante, porque al hacer estas actividades, no solo es que vengan aquí, se les explica…si no que muchos niños acaban arrastrando a sus familias los fines de semana, a los padres, a los abuelos.
– Recientemente se ha celebrado el Día de los Museos. ¿Qué fue lo más destacado?
– El escape room fue un éxito. La pena es que ese tipo de actividad no da para que vengan 100 personas, porque los grupos son más limitados y pequeños.
Organizamos tres turnos y tuvimos que ampliar, porque hasta el día de antes la gente estuvo llamando y diciendo que querían venir. Esto nos hace aprender para saber hacia dónde tenemos que ir, que lo qué le interesa a la gente. Incluso algunos padres nos dijeron que estuvo muy chulo y que si preparáramos alguno para adultos vendrían, así que no lo descartamos.
– Se está incidiendo mucho en difundir el Museo, su labor y sus actividades.
– Un museo no tiene que ser un contenedor de piezas bellas, arqueológicas, sino un centro de aprendizaje. Lo que hay aquí dentro cuenta la historia de nuestros antepasados, es un museo vivo, que continuamente tiene que estar contando cosas nuevas.
Ahora estamos preparando una exposición temporal sobre la Edad de Bronce, y de cara al curso que viene la idea es preparar actividades para que la gente conozca ese periodo.
Es una manera de ir contando cada año cosas diferentes y que la gente continúe viniendo y aprendan cosas nuevas.
– ¿Cuáles serían los principales objetivos a corto-medio plazo?
– La gente que se ha ido incorporando al departamento nos permite ir haciendo cosas nuevas y ver qué gusta. Lógicamente hemos de seguir las funciones que la ley establece al museo, de conservar lo que tenemos, esas cosas que a veces no se ven, pero las piezas que entran en mal estado, o los metales que necesitan un cuidado muy especial y dedicación, es el día a día del Museo.
Los objetivos son la conservación, la difusión mediante publicaciones científicas, pero también didácticas. Por ejemplo, este año se ha hecho una propuesta de guía didáctica sobre La Sarga, para que cuando la gente vaya a visitarla ya la conozcan.
Por supuesto, también tenemos las exposiciones temporales, que es una manera de promocionar las colecciones que tenemos.
– ¿De qué forma les llegan piezas nuevas?
– Hay distintas formas de incrementar la colección del Museo. Puede ser alguna persona que tenga en su casa una pieza y hace una donación. Eso requiere de un trámite, de una investigación.
Lo más habitual es que procedan de excavaciones. Cuando algún equipo solicita hacer una excavación en Alcoy ha de pedir permiso a la conselleria de Cultura, con ese permiso se autoriza pero todo lo que salga de esa excavación va al Museo de Alcoy.
Otra forma curiosa es que el núcleo antiguo de Alcoy está protegido, y cuando una persona o una empresa quiere construir, se requiere de una supervisión arqueológica, y si salen cosas, se destinarán al Museo
– Siempre se ha dicho que, pese al carácter local del Museo Arqueológico, la calidad de las piezas es muy destacada.
– El museo tiene una muy buena colección. Algunas piezas son excepcionales y desde otros museos nos piden piezas constantemente para hacer sus exposiciones. Así y todo la cantidad tampoco desmerece para ser un museo local, tiene cerca de 70.000 piezas. La gente viene y ve lo que está expuesto, pero detrás de las salas están los almacenes y hay muchas piezas que quizá no son espectaculares a la vista, pero sí para la investigación, por la información que aportan.