Un rector de tots i per a tots

Con estas palabras definí a Don Ramón Micó Colomer en la Presentación de los Cargos Festeros del 7 de julio, que tuve oportunidad de conducir, y en la que el hasta ahora párroco del Raval de Cocentaina ejerció como mantenedor del acto. Su intervención, recibida con una alargada ovación, fue quizás el mejor reconocimiento público para un sacerdote que deja una huella imborrable en la Villa Condal.

Durante sus diez años en Cocentaina, Don Ramón ha centrado esfuerzos en unir a la comunidad cristiana y en atender las necesidades de los niños, jóvenes, adultos y mayores. Más allá de su labor pastoral, ha forjado con gran delicadeza unas estrechas relaciones institucionales con el Ayuntamiento, ha apostado por la recuperación del patrimonio religioso y ha dedicado su tiempo a infinidad de colectivos locales que han precisado de su ayuda. Mosén Ramón, natural de Bocairent y excelente conocedor de la Mariola, ha sabido abrir con acierto las puertas de la iglesia para ser un rector de poble humilde que acoge a todos sin distinción alguna. Su carácter afable y su carisma se han propagado también al Comtat y poblaciones como Benilloba, Benimassot o Millena, en las que fue párroco, guardan todavía un grato recuerdo hacia su persona.

Su marcha, repentina e inesperada, deja un vacío pero también una imagen de despedida que será difícil de olvidar. El templo y la plaza del Salvador abarrotados por centenares de contestanos, de todas las edades, creencias e ideologías, fue la mejor forma de decir hasta pronto al que ha sido un rector de tots i per a tots.

Gracias por tanto Don Ramón y suerte en el camino que emprende a partir de mañana en Banyeres.

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