La historia se repite

El Consell Econòmic i Social d’Alcoi (CES) fue aprobado la semana pasada en un Pleno del Ayuntamiento de Alcoy, tras un montón de años por crear este organismo, un foro de debate estimado como muy necesario para el diálogo y la participación, que además podrá servir de consulta y asesoramiento en materia económica y social. El acuerdo fue recibido con grandes titulares periodísticos pero de su futuro podrían crearse muchas dudas si tenemos en cuenta que en Alcoy ya hubo dos iniciativas de índole parecida, el año 1969 aquél Consejo Económico y Sindical organizado para mayor gloria del nacionalsindicalismo franquista y años después, en 1985, con las jornadas denominadas ALCOY HORIZONTE 2000 creadas por iniciativa de la entonces llamada Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, entidad nacida por la fusión de varias cajas de ahorros alicantinas, entre ellas nuestro Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Alcoy.

El Consejo Económico Sindical de 1969, que también fue de ámbito Comarcal, nació a iniciativa de las importantes empresas textiles de la ciudad que consiguieron entonces que fuera presidido por el entonces director general de Industrias Textiles, Rodolfo Martín Villa, un político que con la llegada de la democracia fue un destacado ministro con la UCD de Adolfo Suárez y luego se pasó a la Alianza Popular de Manuel Fraga. Las conclusiones de aquellas jornadas, casi obligadas por el desempleo que estaba creando en España, y también en Alcoy, el Plan de Desarrollo franquista –todas las grandes empresas locales dedicadas a la pañería estaban desapareciendo a la carrera- se centraron en la urgente creación de nuevas empresas capaces de absorber la mano de obra excedente de la reestructuración de la industria textil del regenerado, la urgente construcción de un polígono industrial y la declaración de Alcoy como “zona de preferente localización industrial”, una petición que jamás fue atendida. El Monte de Piedad creó un polígono industrial ubicado en el Barranco del Pobre, entonces y hoy denominado de Cotes Baixes, una zona apta para cualquier cosa menos para ubicar allí industrias debido a su infame orografía.

En el año 1985 la Caja de Ahorros, entonces denominada de Alicante y Murcia, organizó a sus costas una jornadas denominadas “Alcoy Horizonte 2000” con la participación de destacadas personalidades, tanto locales como foráneas, del ámbito empresarial, profesional y docente. Las ponencias abarcaron no sólo a la industria textil también la metalúrgica, papelera y de todos los sectores productivos de la población. Curiosamente una de las conclusiones de estas jornadas pedía la urgente necesidad de la creación del Consejo Económico y Social de Alcoy para “el establecimiento de las Zonas de Urgente Reindustrialización”. Hemos de tener en cuenta que en aquellos años todas las industrias textiles emergentes alcoyanas –Francisco Jover, Atilano Catalá, Hilaturas Alcoya, Textiflok, Intedeco, Mitex, Decoratex, Andrés Hernández…- habían huido ya hacia terrenos más llanos y baratos, puros bancales de las poblaciones cercanas. En sus conclusiones Horizonte 2000 pedía que el futuro CES estuviera formado por Agrupaciones de Empresarios, Centrales Sindicales, Centros de Enseñanza Textil, Partidos políticos con representación municipal, Ayuntamiento, Cámara de Industria y Comercio y Entidades financieras instaladas en Alcoy. Más o menos, una especie de movimiento asambleario que tanto gusta a la izquierda española, pero de alto nivel.

Y ahora, con varias décadas de retraso, se crea el Consejo Económico y Social de Alcoy. Si hemos de ser sinceros, tanto el Consejo Sindical como Horizonte 2000 no pudieron evitar el deterioro industrial y demográfico de nuestra ciudad. Esto es evidente por mucho que quienes gobiernan traten de engañarnos diciéndonos lo contrario y con promesas que nunca pueden cumplir. Ahora, con el moderno CES se crearán muchas comisiones de trabajo y al final se llegarán a algunas conclusiones que espero que nunca los dejen por escrito porque años más tarde quienes las lean se darán cuenta que no se cumplió nada; las que se aprobaron en 1969 y 1985 nunca se llevaron a efecto.
Claro que quienes participen en las mismas y lleguen a gobernar si las cosas no van bien siempre podrán excusarse acusando a la herencia recibida, a la señora Merkel, al FMI, a la BCE o al “sursun corda” y de esta forma podrán acostarse y dormir a pierna suelta con la conciencia tranquila y continuar cobrando sueldos y gabelas. Sólo con volver a prometerles a los votantes el oro y el moro dos meses antes de las próximas elecciones para que vuelvan a reelegirles habrán cumplido.

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