Las pensiones y la vergüenza

Debido a las movilizaciones de los pensionistas en las calles y en las redes sociales, es patente el malestar de todos ellos y con toda razón. Incrementar un 0,25% ya por costumbre que se traduce en uno o dos euros al mes es realmente enojoso. Si que es cierto el que hemos pasado momentos muy difíciles en la vida económica de España y que la economía tuvo que contraerse para poder hacer frente a tamaña situación, pero poco a poco se va recuperando la economía del país y el esfuerzo realizado por todos y el silencio guardado por comprensión o por prudencia ha de verse recompensado.

Las cotizaciones a la seguridad no han dejado de incrementarse, así como tampoco los salarios de los funcionarios, de los políticos, de los impuestos, de las gasolinas, de los productos de primera necesidad.
La presión fiscal que estamos sufriendo es agobiante y no se puede gobernar un país a base de incrementar mas y mas los impuestos y de ahogar las expectativas de los ciudadanos. No quiero nombrar la corrupción ni tampoco dar por culpables a ningún partido político en concreto pues la corrupción es una lacra que nadie limpia y el comadreo y maridaje de los partidos es palpable. Tampoco es mi deseo hacer largas mis reflexiones pues esta cuestión no merece rodeos.

Las pensiones tienen que ir acordes con lo que los pensionistas se merecen que son todo nuestro respeto, apoyo y solidaridad. Han trabajado muchísimos años. Han cotizado y soportado lo que ha hecho falta para que sus pensiones les den el sustento que se merecen. No se puede olvidar toda una vida de sacrificios para ningunear a todo un colectivo que nos ha dado su salud para nuestro futuro y sus inacabables jornadas laborales para que ahora la opulencia de otros mal ganada y mal gestionada rompa sus huchas y sus expectativas. Sobran políticos por todos los lados. Hay que perseguir al servidor público que hace suyas las arcas de todos. El cargo público que se haya enriquecido a costa del dinero público ha de devolverlo con intereses. Los sueldos de los políticos se han de equiparar a los de cualquier otro trabajador. No se puede mermar el erario en detrimento de quienes mas se merecen como son los pensionistas. No se pueden incrementar los salarios de los trabajadores y olvidar los derechos de los pensionistas que al fin y al cabo son trabajadores en su mas alta definición que han dado todo por su país, sus familias y el futuro de todos ellos. No vale pensar que como ya son mayores con poco se pueden valer pues eso es la mayor vileza que podemos hacer por ellos. Han sido nuestro pasado y debemos cuidarlos con lo mejor que tengamos.

Eliminar políticos y autonomías inservibles, cargos y autoridades innecesarias, edificios lujosos llenos de funcionarios masificados, impuestos que generan mas impuestos, presupuestos generales realmente indignantes. El político es un cargo muy honorífico. Es aquel que entrega su esfuerzo diario para el pueblo y por el bien del pueblo y no enriquecerse con el dinero del pueblo. Ha de ser buen gestor como si el dinero público fuera su propio dinero. Hay que conseguir que cuando veamos a un político le tengamos respeto y aprecio por ser lo que debe ser: persona respetable en favor de la comunidad y no al contrario como ahora ocurre. Algunas frases célebres para finalizar como estas: “Evitar los impuestos es el único esfuerzo intelectual que tiene recompensa”. “El contribuyente es una persona que trabaja para el Gobierno, pero sin haber hecho las oposiciones a funcionario” . “El gobierno que con una mano exige aumento de impuestos debe con la otra procurar el aumento de la riqueza”. “El pueblo pasa hambre porque sus superiores consumen en exceso sobre lo que recaudan”. “Tenemos un sistema que cobra cada vez más impuestos al trabajo y subsidia el no trabajar”. Tomen nota de ello señores gobernantes y políticos pues han caído todos ustedes en la mas triste y fatal de las vergüenzas.

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