Progreso, propaganda, el 5G y Petula Clark

El 5G llegó a Alcoy de la mano de Teléfonica con rueda de prensa incluida de Toni Francés. Al igual que Inditex decidió cerrar varias tiendas en Alcoy y se dijo que el alcalde ahí poco tenía que ver, aquí es lo mismo. Lo del 5G objetivamente no es un logro del gobierno municipal. Entraba dentro de los planes de esta compañía que ya ha alcanzado una cobertura del 76% de la población española. Junto con Alcoy, 93 municipios más de la Comunidad Valenciana tendrán esta red móvil, 1.200 poblaciones en toda España. No somos de los primeros, pero queda bien decirlo. Ha llegado, junto a otras muchas ciudades y está perfecto, pero se debe al cumplimiento del compromiso que adquirió Telefónica dentro del Pacto Digital para la digitalización de España. Punto. Lo demás es propaganda.
Un porcentaje alto de españoles no sabemos bien que es eso del 5G y en qué mejorará nuestra vida. El 5G tiene que ver con la comunicación inalámbrica. Se puede definir, a grandes rasgos, como el Internet que utilizan los dispositivos como un teléfono móvil para conectarse a la red en cualquier sitio.
Bueno, pues ya tenemos en Alcoy el 5G. Más velocidad, más capacidad para conectar nuevos elementos, ubicaciones y servicios al mismo tiempo, menos consumo energético, muchas ventajas que harán que nuestra sociedad mejore. Era inevitable y el mérito no es de nadie, es el progreso.
Al señor de Nashville que hizo estallar su autocaravana esta semana, no le pareció que el 5G fuera a mejorar nuestras vidas. Estaba convencido de que se iba a utilizar para espiar a los ciudadanos. Afortunadamente no hubo más víctimas que él mismo, pobre infeliz que, con banda sonora incluida, Downtown, de Petula Clark, avisó de la bomba. ¡Qué no os dé a nadie por hacer eso! Lo de intentar frenar el avance de estas tecnologías porque nos espían y/o manipulan no tiene sentido. Piensen en cuando, no hace muchos años, nuestra dirección y número de teléfono se encontraban a mano de todo el mundo en la Páginas Amarillas. Nadie se rasgaba las vestiduras. En fin, medítenlo.
Volviendo al anuncio, a la propaganda. Hay que evitarla, no se nos puede tratar a los ciudadanos como idiotas, ¿cómo que se atreven a decirnos que las vacunas las paga el Gobierno de España? No, señora diputada socialista, las vacunas las pagamos todos los ciudadanos, aunque la pegatina la ponga el Gobierno. ¡Qué disparate!
Y da igual que la primera señora vacunada en Cataluña no hable en catalán. Hay que ser retorcido para pensar así. A la mayoría de los españoles, ahora mismo, eso no nos preocupa, pero así son los socios nacionalistas del Gobierno, retorcidos. Tampoco estamos pensando en Repúblicas y Monarquías, no señores de Podemos, no, aunque ustedes nos intenten hacer creer que es uno de nuestros principales problemas. No lo es.
Nuestros problemas van más por la línea de intentar solucionar el gravísimo problema del desempleo juvenil, de los miles de trabajadores en ERTE, de los miles de negocios, autónomos y personas que están pasando tantas dificultades, del hecho de que no se logre un gran pacto por la educación y de evitar que el reparto de los fondos europeos de reconstrucción se haga con sesgos políticos.
En fin, tenemos en Alcoy 5G. Pasearemos por nuestra Smart City hiperconectados entre nosotros y con nuestras “cosas”. Desde el Ayuntamiento, con el uso de los datos, podrán mejorar el tráfico de nuestra ciudad e indicarnos en cuál de los solares del Centro reconvertidos en párkines tendremos sitio para aparcar. Eso es el progreso.

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