Sainete defensivo

Está visto que el Collao es una cruz para el Deportivo esta temporada. A Toni Aparicio le costó el puesto y Galiana empezó a verle las orejas al lobo tras perder contra el Mallorca y empatar ante el Lleida pero le salvó la prodigiosa segunda parte del Deportivo en el Martínez Valero. Contra el Olot se siguió a rebufo del subidón que supuso ganar al Elche pero no le dio para puntuar en Sabadell y frente al Badalona se tuvo fuelle hasta que comenzó el sainete defensivo tras conseguir lo más difícil, ponerse por delante en el marcador. Algunos futbolistas dan la sensación de estar jugando un partido de solteros contra casados. El Alcoyano defiende de tal manera que es un coladero en el que hacen internacional al 9 de turno. Ni el cambio de cromos que decidió Galiana de salida, quitando a Miguel Bañuz y Navarro para dar entrada a Koke y Tomás Ruso, sirvió de poco. Bueno sí, para alimentar el sainete en el descanso, dando entrada a Navarro por un Galas que en la primera mitad pareció un juvenil de primer año. No puede ser que a jugadores con la experiencia de Mario Fuentes o Tomás Ruso les roben la cartera varias veces en un partido o que Pau Bosch cometa fallos de infantil en la salida del balón. Un equipo no puede vivir de las individualidades y debe mostrar muchas más cosas de las que se vieron el domingo. Está claro que todos los equipos, desde el Madrid hasta el Barça tienen días malos, que lo vivido ante el Badalona perfectamente se podría calificar como un mal día del equipo, pero a poco que los Manolo González hubieran estado un pelín acertados o el veterano Morales no hubiera cantado por soleares en el segundo gol, la pitada del Collao hubiera sido de las que hace tiempo que no se escuchan. No vale con decir que este equipo está capacitado para ganar cuatro o cinco partidos seguidos, que posiblemente lo estará, sino que hay que demostrarlo cada semana, partido a partido, y ahora mismo este Deportivo es una moneda al aire. El domingo toca visitar al colista Aragón que aún no sabe lo que es ganar después de trece jornadas.

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