Síntomas de ruina

El Ayuntamiento de Alcoy batió el año pasado el peor dato de ejecución presupuestaria en inversiones de esta legislatura: apenas el 14,44%. Este dato corrobora la alerta manifestada por la Intervención en torno a la mala salud económica del consistorio: el Gobierno no invierte porque utiliza ese dinero para pagar otro tipo de gastos. Y así, los proyectos se quedan por hacer, lo que conduce a la ruina al Ayuntamiento y a la ciudad.

El gobierno local de Antonio Francés ha vuelto a tocar fondo en la realización de inversiones municipales en 2021, empeorando incluso la marca de 2020. Entonces la ejecución fue, en plena crisis por la pandemia, de un 21%. En 2019 había gastado el 26,1% del dinero reservado para inversiones.

¿Por qué el nivel de ejecución es cada año menor? Porque cada año hay menos dinero, ya que el PSOE destina parte del préstamo solicitado para inversiones a pagar gasto corriente. Es como aquel que pide un préstamo para reformar la casa pero lo utiliza para pagar el agua, la luz o el gas. Resultado: se gasta el dinero y la casa está para reformar.

Es muy preocupante que el agujero económico del Ayuntamiento se vaya agrandando año tras años y las inversiones continúen por hacer. Esta situación explica la acumulación de proyectos que desde 2013 siguen figurando en el presupuesto sin ver la luz. ¿Se acuerdan, por ejemplo, de los chalets de la Font Roja?

Si el análisis de las inversiones al final del ejercicio nos muestra a las claras que el presupuesto es papel mojado, no lo es menos el resultado en cuanto a subvenciones. El PSOE preveía recibir 11,2 millones para financiar proyectos como Rodes, el plan de accesibilidad o la reforma de colegios e institutos. Solo cobró 747.228,10 euros (el 6,67% de lo previsto). Otra ruina.

El delicado estado económico del Ayuntamiento del que advierten los técnicos motivó que el PP tomase la iniciativa y solicitase para el presupuesto de 2022 un ajuste de los gastos a los ingresos reales, tal y como reclama la Intervención. Sin embargo, el PSOE rechazó la propuesta y ha decidido reproducir una práctica que pone al Ayuntamiento en riesgo de colapso.

Resulta muy peligroso elaborar año tras año un presupuesto con unas cuentas que nada tienen que ver con la realidad y que limitan la capacidad de reacción ante cualquier imprevisto. El PSOE se arriesga a que el colapso económico del Ayuntamiento ponga en peligro los servicios públicos municipales y el cobro de cientos de proveedores. La amenaza es clara: que la ciudad pase de la parálisis a la que la condena el PSOE a una auténtica ruina que ya se evidencia con demasiados síntomas.

AMALIA PAYÁ. Concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Alcoy

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