Un ataque de sinceridad

Llama la atención los ataques de sinceridad que están acompañando la etapa de Mario Barrera desde que el técnico argentino tomó posesión del banquillo blanquiazul. Primero fue Mariano quien habló sin poner paños calientes de la mala temporada del equipo, de sus sensaciones por el ostracismo con el cual había convivido en los últimos meses con Galiana. Tras acabar el partido de Olot, quien pasó por el confesionario fue el capitán Mario Fuentes, quien no se salió de la línea crítica destapada una semana antes por Mariano, aunque el central madrileño añadió dos elementos nuevos al turbio panorama blanquiazul, reconociendo que el descenso está más cerca de lo que muchos se creen y que tocará sufrir en las ocho jornadas que restan, para acabar poniendo el grito en el cielo en contra de los árbitros y lo fácil que está resultando pitar un partido al Deportivo esta temporada. Es como si con la llegada del técnico argentino haya aflorado la normalidad que llegó a perderse con Galiana en el banquillo y en tres semanas con Barrera como capitán de la nave empieza a fluir ciertas corrientes que están empujando hacia afuera ese halo de soberbia que acompañó las últimas semanas del técnico murciano en el equipo y que acabó contagiando la mayoría de estancias de la sede del club. Parece que la sensatez ha entrado definitivamente y es la mejor noticia en mucho tiempo. A nadie le escapa que la situación es complicada, pero ver que ha llegado la autocrítica en el vestuario supone un buen inicio tras muchas jornadas con la venda puesta y la arrogancia por bandera. Solo faltaría que desde los despachos también alguien hablara y asumiera gran parte del fracaso de esta temporada, empezando por el presidente, aunque no parece que ello vaya a darse. Al menos, de momento.

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