Un centenar de artistas intervienen el viernes en Katiuska

Este próximo viernes a partir de las 19 horas en el Teatre Calderón, tendrá lugar la representación de ‘Katiuska’ de Pablo Sorozábal, una de las obras más apreciadas por el público, la cual, producida por la Asociación de Amigos de la Música de Alcoy, se estrenará este jueves en el Teatro Principal de Alicante, contado para ello con casi un centenar de artistas: Júlia Farrés-LLongueras, Andrés del Pino, Diego Pedro Plazas, Ángel Walter, Alicia Montesquiu, entre otros cantantes y actores, la Coral Discantus de Murcia, el Ballet Inma Cortés y la Orquesta Sinfónica de Albacete, dirigidos desde el foso por José Rafael Pascual Vilaplana y escénicamente por Josean García.

‘Katiuska’ es una zarzuela en dos actos, en prosa y verso original de Emilio González del Castillo y Manuel Martí Alonso, que fue estrenada en el Teatro Victoria de Barcelona el 27 de enero de 1931 y cuya acción transcurre en una posada a las afueras de un pueblo de Ucrania. El compositor donostiarra Pablo Sorozábal (1897-1988), logró con esta opereta de ambiente ruso su primer gran éxito, demostrando una extraordinaria capacidad para contactar con un público amplio y diverso. Curiosamente este primer triunfo del compositor vasco dio nombre a las botas ‘katiuskas’ que llevaba en escena la protagonista.

El argumento de esta obra consiste en escenas de la revolución rusa en que se enfrentan por un lado, las fuerzas político-militares emergentes, con los nostálgicos del régimen zarista y por otro lado el amor triunfante de un representante de cada uno de estos sectores, todo ello revuelto con un ambiente popular ruso y la gracia y picaresca de los personajes. Katiuska, es en verdad la princesa sobreviviente hija del zar, (los autores quisieron recrear a Anastasia Nicolaevna, hija de Nicolás II), de la que está enamorado Pedro Stakov, comisario del Soviet.

¿Pretendían los autores con esta obra alentar en España el espíritu de la Revolución Rusa, o por el contrario definir una especie de mediana crítica contra los bolcheviques? He ahí la ambigüedad de ésta, por otro lado, fascinante zarzuela, que en contra de lo que se hubiera podido pensar, no tuvo demasiados problemas con la censura terminada la Guerra Civil.

Lo cierto es que Sorozábal desarrolló en su juventud una personalidad política entre el socialismo y el anarquismo, algo que le abrió puertas pero también le cerró otras.
Su situación ante el nuevo régimen resultó muy comprometida, siendo depurado ‘con reservas’ por la junta de la Sociedad General de Autores. Sorozábal fue víctima de rencillas profesionales y diversas formas de boicot y censura, sin embargo, nunca perdió el favor del público ni el respeto de la crítica. Cabe anotar que en 1947, junto a Ataulfo Argenta y Luis Ayllón, Pablo Sorozábal ayudó al músico alcoyano Carlos Palacio a salir legalmente de España para iniciar un exilio en París.

Además de ‘Katiuska’, el maestro de San Sebastián dio al género obras de extraordinaria calidad musical como ‘Adios a la bohemia’ (1933) con libro de Pio Baroja, ‘La del manojo de rosas’ (1934), ‘La tabernera del puerto’ (1936), ‘Black el payaso’ (1942) o ‘Don manolito’ (1943), entre otras obras que ocupan un puesto privilegiado en el repertorio nacional.

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