El fuerte viento obligó a paralizar la Fira de Tots Sants en plena celebración

Después de poco más de 24 horas clausurada por prevención, la Fira reabrió ayer por la tarde para encarar la recta final

El fuerte viento obligó a paralizar la Fira de Tots Sants en plena celebración
Imagen insólita la que presentaban las calles de Cocentaina el jueves tarde.

Si por algo será recordada la Fira de Tots Sants del 2023 es por haber quedado suspendida durante poco más 24 horas a causa del intenso viento que padeció Cocentaina desde mitad de la mañana del 2 de noviembre. Un hecho insólito en las últimas décadas y que prácticamente no ocurría desde 1982, año en el que las persistentes lluvias del día de Tots Sants obligaron a aplazar el certamen quedando entonces la Fira montada en la calle durante casi una semana.

Esta vez fue el temporal de viento el que obligó a adoptar esta decisión, el jueves a mediodía, después de que las fuertes rachas estuvieran provocando problemas en algunos stands, como desprendimientos de lonas o caídas de estructuras, que llegaron a provocar incluso destrozos en las lunas de alguno de los vehículos expuestos. Al filo de las 14 horas se anunciaba que la Fira echaba el cierre hasta nuevo aviso. “Hemos tomado la decisión de cerrar esta tarde porque la alerta se incrementa y hemos tenido ya muchas incidencias. Es lo más responsable en estos momentos”, explicaba el alcalde de la Villa Condal,; Jordi Pla.

A partir de ahí, la capital del Comtat pasó a presentar una imagen insólita en un día de fiesta local donde apenas se podía ver a gente paseando por la calle, puesto que todos los expositores permanecían cerrados a cal y canto. Una estampa similar a la de los tiempos de confinamiento en la pandemia y a la que se sumaba un viento que siguió soplando con fuerza a lo largo de la noche. “Pese a la magnitud de las rachas no se han registrado incidentes de gravedad, ya que se actuó con rapidez para asegurar todos los elementos de la Fira que eran vulnerables y que podían suponer un riesgo”, decía el concejal de Seguridad, Rubén Muñoz.

A las ocho de la tarde del jueves hubo una reunión entre organización y efectivos de seguridad, decidiéndose en la misma que el cierre preventivo de la Fira seguiría el viernes por la mañana, a la espera de que mejorase la situación climatológica.

La jornada de ayer también arrancó sin actividad, siendo visibles en la calle los rastros que había dejado una noche marcada sin duda por el temporal, y a mediodía se efectuaba un nuevo encuentro entre todas las partes implicadas que finalizó con fumata blanca. El propio primer edil, junto a la concejala de Fira Marcela Richart, anunciaban que el evento reabría sus puertas a excepción de las atracciones infantiles. “A partir de las seis de la tarde vuelve a funcionar todo, como estaba previsto, y recuperamos la ilusión en la calle. Obviamente, todos preferimos que estas cosas no pasen. Pero si algo positivo podemos extraer de esta situación es demostrar y evidenciar que la Fira de Tots Sants es un acontecimiento perfectamente organizado y, lo que es más importante, preparado para hacer frente a las situaciones sobrevenidas y a los imprevistos, respondiendo con rapidez y rigor”, dijeron ambos.

Pasadas las 18 horas se retomaba la actividad comercial, tras un pasacalle a cargo de la Colla de Dolçaines i Tabals Mal Passet, y al cierre de esta edición había un notable ambiente en la calle puesto que contestanos y visitantes tenían ganas de disfrutar de la Fira de Fires. Por delante un fin de semana, con ochocientos expositores en la calle, y numerosas actividades que si nada lo impiden podrán el broche de oro a una 677 edición que ya ha hecho historia.

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