El largo trayecto de Tavi Fuentes

Es el padre deportivo de Laura Casabuena, gimnasta nacional del momento, y de Leandro de la Vega, ambos en el CAR

Tavi Fuentes, en el centro, junto a Laura Casabuena y Leandro de la Vega.

Pudo haber aborrecido para siempre la gimnasia artística, pero decidió no eligir el camino más fácil, sino escoger el más incómodo, con el que ha perpetuado un apellido con mucho calado a nivel local. Cuando el deporte de nuestra ciudad estaba en pañales, especialmente el femenino, hubo una persona, Octavio Fuentes, que con su intuición y esfuerzo consiguió desafiar los poderes establecidos de la época en su deporte y con escasos medios, se sacó de su infinita chistera gimnastas que se asomaron a lo máximo, llegando a ser campeonas de España, aunque ahí acabó todo su recorrido porque era muy complicado, por no decir que imposible, romper con el centralismo del momento.

Aquel pionero, que incluso fue invitado para formar parte de la delegación española de artística que compitió en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1994, marcó un camino, una forma de trabajar, que varias décadas después sigue siendo una fábrica de nuevos talentos. Su gran obra y mayor legado ha sido el Club Gimnàstica Alcoi El Pastoret, del que salieron gimnastas de la calidad de Susana Angulo, la primera gran figura de este deporte a nivel local, Amalia Romá o Lara García, entre otras, que llevaron el sello indiscutible del padre de la artística alcoyana.

Su suerte fue encontrar un heredero en su propia casa: “Recuerdo que pasábamos más horas en el gimnasio que en casa. Cuando llegábamos a comer o cenar, seguía hablando de gimnasia. Nos íbamos a la playa y ensayaba con nosotros ejercicios que luego iban a realizar sus gimnastas. Recuerdo irme a El Corte Inglés a buscar música para las coreografías”, desvela Tavi Fuentes.

Explica que fue un acercamiento progresivo. Primero en el 93, haciéndose cargo de un grupo del club. Después la implicación fue creciendo, sobre todo dos años después cuando se sacó la titulación de entrenador. “Ser técnico significa coger un poco de aquí y de allá. Permanentemente te estás reciclando. Hoy en día internet permite tener mucha información. Antes tratabas de buscarte la vida, acudiendo a concentraciones o viendo métodos de trabajo de otros entrenadores”, explica Tavi Fuentes, quien indica que llega a un punto que “la gimnasia ya es parte de ti”.
Casi tres décadas después gestiona una entidad que sobrepasa el centenar de alumnos –105 calcula actualmente– con más de una tercera parte –35 aproximadamente– dedicados a la competición. Tiene la colaboración de sus hermanas Ana Nuria y Silvia, que se encargan del grupo de iniciación, además de la ayuda de las exgimnastas Esther Sánchez y Lara García, una de las grandes a nivel local, ahora ya madre.

Su grupo, que está más orientado a preparar la competición, dedica cuatro y hasta cinco días a la semana a entrenar –categoría Base– y seis días las gimnastas de Vía Olímpica: “No soy de los entrenadores que únicamente busca resultados. Creo en los procesos, en el día a día, en disfrutar de un deporte maravilloso. Si alguien viene y me dice que lo único que quiere es entrenar, estaré igual de feliz que alguien que venga y su único objetivo sea destacar en la competición. Me llenan esas cenas o reuniones de antiguas alumnas del club que, cinco, diez o quince años después, siguen hablando de lo que pasó en tal competición. Ese vínculo, esa unión tras tanto tiempo, es la que más me llena, mucho más que un título que es un orgullo efímero, de fin de semana”, subraya. Tavi Fuentes no tuvo la oportunidad de participar en la formación de Néstor Abad, que con 13 años se fue a Madrid. Es verdad que luego ha compartido muchas horas de entrenamientos y vivencias con quien sigue siendo bandera de nuestro deporte. Pero sí que se le podría considerar como el padre deportivo de Laura Casabuena, la gimnasta española del momento, y de Leandro de la Vega, otro producto de la factoría de El Pastoret, que esta temporada ha ingresado en el CAR de Madrid y ya ha sido convocado para el Mundial júnior.

Su caso quizás ha pasado más inadvertido, primero por la explosión de Laura Casabuena y segundo porque no es alcoyano. Es hijo de un futbolista profesional y de una campeona mundial de kárate, ambos argentinos, que fijaron su residencia en Elche. Ahora tiene 17 años, pero desde los 11 entrena a las órdenes de Tavi Fuentes.

Los dos, igual que Néstor Abad, tienen el mismo gen como gimnastas, el de practicar una gimnasia elegante, que entra rápido por el ojo, con ejercicios muy limpios y plásticos. Laura Casabuena es el gran descubrimiento del último año en la artística española. Tavi Fuentes, que tiene 47 años, asegura que hace años que lo veía venir: “Desde muy pequeña se veía que era una gimnasta diferente, que iba a llegar. Siendo una niña ya me decía que quería ser gimnasta de la Selección cuando fuera mayor. Fue campeona de España en Base 2 y sigues sin verle techo. Ha incrementado la dificultad en 0,6 décimas para el año que viene, algo que no está al alcance de muchas. En suelo, su expresividad la tienen pocas, incluso una juez japonesa le felicitó en el Mundial. En Liverpool falló porque no paraba de mirar el marcador electrónico, no se creía lo que estaba sucediendo, viendo que se podía meter entre las diez mejores si hacía bien su mejor ejercicio, pero terminó fallando”, admite.

La próxima temporada, por primera vez en la artística alcoyana, habrá un equipo de El Pastoret en la Liga Iberdrola, la principal competición a nivel nacional. Será en Tercera División, con Laura Casabuena como abanderada –”ha sido ella quien lo ha pedido, quería competir con el nombre de Alcoy”–. Estará acompañada por Aitana Morant, Melisa Ocaña, Laura Mengual y Elena Llácer. “Queremos ir sin presión, sin la obligación de subir a Segunda o a Primera. Lo he visto en otros clubes lo mal que se pasa y no quiero pasar por ese trago”, desliza Tavi Fuentes.

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