El peligro de la procesionaria para los perros y gatos

La procesionaria ya ha sido vista por los pinos y las calles de Alcoy. Desde febrero hasta abril, y teniendo en cuenta las zonas y la climatología, las orugas abandonan el nido o bolsón bajando a tierra y formando las típicas procesiones, se ahí su nombre. En esta época es si cabe en la que mayor atención hay que prestar, ya que las orugas se encuentran accesibles al alcance de los niños y de las mascotas.

En el segundo caso, puede llegar a ser mortal para los animales, tanto si la chupan o se la comen, esto se debe a que los pelos de la procesionaria tiene una sustancia urticante. Algunos signos de alarma a tener en cuenta tanto en perros como gatos son si respira de forma acelerada o se muestra alterado y nervioso, si trata de restregarse con el suelo, si se le hincha la cara o los párpados.

Algunos veterinarios dan recomendaciones a la hora de actuar en primeros auxilios, entre las que se encuentra limpiar la zona afectada, preferiblemente con suero fisiológico, y si no puede ser con agua. La forma de limpiar la zona es tratando que el animal no se trague el agua ya que la intención es sacar fuera los pelos de la procesionaria. Se debe evitar que el perro se rasque, y obviamente acudir cuanto antes al veterinario

En Alcoy se han llevado a cabo varias actuaciones dentro de la campaña de este año, el pasado mes de julio se realizó la colocación de trampas para la procesionaria en los puntos de mayor riesgo. El concejal de Medio Ambiente, Jordi Martínez, explica que en relación al problema de la procesionaria se trabaja en dos líneas: a nivel preventivo, donde se está probando con la denominada endoterapia (consiste en la realización de taladros en el tronco de la conífera para generar una cámara y llenarla de insecticida) y tratamientos directos para la eliminación de orugas.

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