El voluntariado vuelve a ser clave en la campaña contra incendios este verano

36 personas vigilaran hasta mediados de agosto de manera altruista nuestros montes

El voluntariado vuelve a ser clave en la campaña contra incendios este verano
Foto de archivo del voluntariado ambiental de Alcoy. ARCHIVO

La llegada de julio coincide con el inicio de la campaña estival de prevención de incendios forestales. El hecho de que Alcoy esté enclavada entre los parques naturales de la Font Roja y Mariola hace que las tareas de vigilancia se intensifiquen y tengan que ser muy exhaustivas. En ese sentido, el ayuntamiento de la ciudad ha vuelto a poner en marcha el voluntariado ambiental, mediante el cual 36 personas vigilaran hasta mediados de agosto de manera altruista nuestros montes. Ese contingente se suma a la labor realizada por las brigadas municipales, así como a los cuatro oficiales y dos peones (todos ellos forestales) contratados por el consistorio hasta finales de año mediante un plan de empleo. A todos estos recursos municipales hay que añadir los bomberos forestales y del consorcio provincial de bomberos, así como el voluntariado de Acif y del Grupo 30 Charly Alpha. Quienes no pueden unirse este año al operativo, en la manera en que lo hacían otros veranos, son los integrantes de Protección Civil, enfrascados de lleno en la campaña de vacunación que se está llevando a cabo estos meses en el complejo deportivo Eduardo Latorre.
El concejal de Transición Ecológica, Jordi Silvestre, recuerda que el año no ha sido especialmente seco, aunque las previsiones para verano son inciertas. Por tanto, todo puede cambiar de manera imprevista: “Vienen dos olas de calor, secan la vegetación, y ahí todo se complica”. Aquí es donde entran en juego los niveles de preemergencia: Nivel 1 (riesgo bajo-medio), nivel 2 (riesgo alto) y Nivel 3 (riesgo extremo). Los factores para determinar el riesgo son cambiantes, y suelen venir dados por condiciones climatológicas, la baja humedad de la vegetación… Silvestre recuerda la máxima de que ‘los incendios se apagan en invierno’, pero a su vez remarca que las labores se deben intensificar poco antes de la llegada del verano: “en primavera prolifera la vegetación; si salimos a cortar en mayo, cuando llega junio nos encontramos que todo ha vuelto a crecer”. El concejal también contradice una falsa creencia al respecto del estado que deben presentar los bosques: “Cuando llegan las borrascas caen los arboles, y no pasa nada. La gente piensa que los bosques deben parecer parques o jardines. Eso no es así. En un bosque hay árboles muertos que se están pudriendo, y eso forma parte del ecosistema”.
Las competencias del ayuntamiento se circunscriben al ámbito urbano, periurbano y a los espacios municipales naturales (como la Font del Quinzet, el Racó Sant Bonaventura o el Molinar). Uno de los principales agentes de riesgo en la propagación de incendios es el vilano (la pelusa blanca que generan los chopos). Se trata de un componente altamente inflamable que debe ser remojado para, una vez apelmazado, reducir el riesgo de incendio.

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