Escalar como herencia

Anna Martínez García es una niña cualquiera, de ojos muy vivos, con una gran energía interior que la llevan a no parar un segundo y un don que la hacen especial. Comenzó haciendo ballet, luego lo compaginó con el patinaje y desde hace un par de años ha trasladado esos movimientos que ejecutaba en una pista o sobre un escenario a una pared, en concreto a la escalada en bloque. Su caso sorprende aún más si tenemos en cuenta que apenas tiene 10 años. Pese a su corta edad, lleva un par de años dominando este deporte a nivel de la Comunidad Valenciana. En 2016, en su primera temporada como escaladora federada, era la única niña de su edad en las competiciones a las que acudía. “Le daba mucha vergüenza salir a recoger el trofeo”, cuenta su padre, Pau Martínez, gran aficionado a la escalada, que practica desde que era un adolescente y la persona que le ha inculcado esta afición de trepar y moverse con destreza entre rocas y bloques de cemento.

Lo que comenzó siendo una distracción mientras su progenitor se entrenaba en el local que el colectivo de escaladores alcoyanos –sobre una cuarentena– tiene desde hace unos años en el número 6 de la calle Bernia, en plena zona de naves industriales del barrio de Batoi, llamado La Nau, fue derivando con el paso del tiempo en algo más que un simple juego de niños y ya forma parte de su día a día.

No hay semana que pase sin que la escalada ocupe varias horas de su actividad fuera del colegio. Desde hace unos meses, cada jueves se desplaza acompañada de su padre hasta Mutxamel, donde entrena y mejora su técnica de escalada, pero sobre todo –y lo que su progenitor considera más importante– tiene la oportunidad de formarse y compartir tiempo y espacio con niños de su edad.

Ese rocódromo particular propiedad de un afamado entrenador reúne en sus instalaciones a la flor y nata de la escalada en etapa escolar de la Comunidad Valenciana. “En La Nau –cuenta su padre– tenemos unas buenas instalaciones, el problema es que no hay niños como ella que hagan escalada y se aburre. Está Lucía Sempere, que viene desde Carrícola, pero es mayor que ella”.

En 2017, en el estreno de Anna Martínez en la categoría sub’12, enfrentándose a niñas mayores que ella, fue campeona autonómica y en la Copa ganó dos de las tres pruebas, proclamándose igualmente campeona de la Comunidad Valenciana.

En esos dos primeros años como federada, además de las pruebas en nuestro territorio, se desplazó hasta Murcia para participar en la liguilla infantil que en aquella región se celebra para seguir cogiendo experiencia y competir con niños de su edad.

La escalada en bloque, que se practica en espacios indoor, está de moda sobre todo en las grandes ciudades a raíz de programas televisivos como Ninja Warrior, que ha hecho que afloren las instalaciones privadas de manera especial. Otro factor que la puede convertir en un deporte urbano del futuro es que será olímpico dentro de dos años en Tokio 2020.

Foto: Anna Martínez cumple su tercera temporada como escaladora federada.

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