La moral no morirá

El domingo pasado fue un partido importante en muchos aspectos. Se recuperó la actitud perdida del equipo en jornadas anteriores, se volvió a ganar en el Collao con solvencia, pero, sobre todo, volvió nuestra característica moral y los valores que definen nuestro escudo: ambición, confianza, sacrificio y esfuerzo. Se marcaron tres goles de gran calidad frente al Ceuta, otro equipo de la zona alta y ya se nos conoce como al matagigantes de la primera federación. No hay quien se lo explique… Que sí, que cada partido es un mundo y no hay rival grande o pequeño, que somos capaces de lo mejor y de lo peor, pero la falta de confianza en ocasiones, la irregularidad y la incertidumbre sobre el futuro de la entidad en los despachos, que lo salpican todo, tampoco han ayudado demasiado.

Es la segunda vez que escucho a Vicente Parras en rueda de prensa decir que somos 800 en el campo. Sinceramente, no me gusta. Creo que no se trata de culpar al aficionado y que hay que remontarse al final de la temporada pasada cuando todo empezó a ir cuesta abajo y sin frenos. Primero la casi desaparición del Club, después la entrada de Ramírez y el mal inicio de temporada que terminó con varios jugadores saliendo por la puerta de atrás tras el mal endémico generado en la plantilla. Todo ello, sumado a la desastrosa campaña de abonados, con las peñas de aficionados sin entrar al campo, sin poder comprar camisetas, sin tienda física ni Merchandising hasta navidades y con poca variedad de productos, etc. La Fundación del Alcoyano sin proporcionar carnets al fútbol base durante todo el año, repartiendo entradas semana a semana con el retrabajo que supone para los padres el tener que preocuparse por pedirlas, recogerlas antes de los partidos, etc… Mil quejas y ninguna respuesta ni solución a la vista. Y un sinfín de cosas que se han hecho mal, bajo mi punto de vista, y que han ido mermando en el tiempo toda la estructura y masa social. Y todo ello teniendo poca o ninguna autocrítica desde la propia dirección del Alcoyano.

Excusas y más excusas. Que si es la forma de trabajar de Ramírez, que si el Ayuntamiento no nos apoya, que si no tenemos donde entrenar, que si no tenemos patrocinadores, que si no viene nadie al campo… Holaaaa… ¿Y el Club lo ha hecho todo bien? Es que ahora Ramírez está cansado y se quiere ir. Es que no le ha salido como quería. Esto es fútbol, señores y señoras. El Ayuntamiento llega hasta dónde llega, les da la pertinente subvención anual, reforma siempre que puede el Collao dentro de sus posibilidades, pero hay que recordar que ahora el Club Deportivo Alcoyano es una SAD, es una Empresa privada y, por lo tanto, se tiene que buscar las castañas él solito. ¿O es que el Ayuntamiento debe ayudar a todas las Empresas de la ciudad cuando les va mal? Seamos realistas. El fútbol no lo es todo. Que hagan autocrítica y miren por qué nadie quiere patrocinar al Alcoyano, que miren por qué cada fin de semana sube menos gente al Collao, que miren de puertas para adentro como se ha gestionado todo con cero transparencias hacia el aficionado, empresarios y la propia ciudad. Ya está bien de echar balones fuera.

Ya viene de atrás. No es de ahora. El aficionado se ha sentido maltratado y ninguneado desde hace mucho; el trato ha dejado mucho que desear y eso se ha visto repercutido con el campo vacío. Los jugadores no tienen culpa, Vicente Parras no tiene culpa, nadie en concreto tiene la culpa, pero algo no funciona, el Club es el máximo responsable y la gente se cansa. Solo se acuerdan del abonado para sacarle el dinero a principio de temporada y el resto del año no tienen ni un mísero detalle con él. Es más, nos premian con hacernos pagar el Día del Club. Los años van pasando, pero la corresponsabilidad debe ser mutua, yo doy, tú me das. Sin embargo, cuando siempre da la misma parte y la otra solo ofrece desidia y falta de buen hacer, acaba por ocurrir lo que estamos viendo en los últimos tiempos.

Pero bueno, centrémonos en lo verdaderamente importante. Queda un partido en casa contra el Intercity en un par de semanas. Bajo mi punto de vista, el Collao debería ser una fiesta para despedir la liga, al equipo, jugadores y a muchos de los que el año que viene ya no estarán. Espero que el Club reaccione y tome la iniciativa de preparar algo que incentive a dejar un buen sabor de boca tras una temporada para olvidar. Necesitamos una pronta recuperación de la masa social que se ha perdido, eso sí, empezando de cero y haciendo cosas diferentes porque está claro que lo de ahora no funciona.

Lo más positivo del domingo, a parte de la victoria que nos permitió conseguir la permanencia un año más y ya van cuatro en la primera RFEF, fue la vuelta de Sergio Gil al verde y también de nuestra mascota TIVO en la grada de gol B, por iniciativa propia de un peñista de las Huestes Blanquiazules, que se enfundó el traje de la mascota del Club Deportivo Alcoyano e hizo las delicias de los más peques. Gracias, Iván. Esos pequeños detalles son los que suman. A ver si alguno que otro aprende.

Y al club, solo decirle, que salga de la cueva donde está recluido, que sea transparente con el aficionado y con la ciudad de Alcoy. Que deje de excusarse y se ponga a trabajar. Que dé la cara y que aclare el final de la telenovela en el que nos hallamos inmersos desde hace unas semanas con el tema La Nucía- Alcoyano. Ramírez si no estás a gusto, vete, recupera tu dinero y márchate. Te damos las gracias por apostar por nosotros y salvarnos de una posible desaparición, pero eso no te da derecho a tirar por la borda 96 años de historia blanquiazul. Podrás hacer mil patrañas en los despachos, pero nuestra moral es indestructible y eterna. Hay que hacer borrón y cuenta nueva y empezar a planificar la nueva temporada, a generar ilusión y trabajar por conseguirlo.

La Moral no morirá. ¡Soluciones YA!

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