Luces y sombras en la vuelta de Jacobo Santana
Su reaparición deja una primera posición en el Campeonato de España y una nueva caída en el de Europa

Todos los deportistas que participan en modalidades de riesgo son conscientes de que seguir su sueño, ese por el que sienten pasión desde la infancia, implica tener que pagar un peaje. El descenso en bicicleta puede resultar muy peligroso, tanto por los trazados maquiavélicos en los que se disputa, como por la dificultad añadida que supone que llueva el día en el que toca realizarse la prueba.
Jacobo Santana tenía 51 años cuando logró la triple corona; logró convertirse en Campeón de España, de Europa y del Mundo en su categoría, siendo esta la cota más alta de su carrera. Tras tener una lesión grave en 2023, tuvo que estar alejado casi dos años de la competición. Fue el pasado mes de julio cuando se dio su regreso oficial, y lo hizo ganando el Campeonato de España de descenso, en La Molina, Girona. Con su impecable actuación en su re-debut, se le presentaba otra oportunidad para volver a reinar a nivel europeo, y participó en el Campeonato de Europa, representando a la Selección española, en el mismo circuito, en La Molina.
Justo antes de competir en la final, mientras realizaba un entrenamiento previo a su carrera, sufrió un nuevo accidente –no tan grave como el anterior– que le va a volver a dejar fuera de combate durante un tiempo. Este nuevo batacazo le privó de poder haber ganado otro título, en una final en la que ni siquiera pudo competir: “Me encuentro fastidiado; tuve una caída mientras realizaba un entrenamiento, en la última bajada antes de empezar la prueba final, que me hizo daño en el hombro y en la muñeca. Estoy a la espera de que me hagan una resonancia magnética”, dice el ciclista alcoyano. Santana quería, por encima de todo, ayudar al equipo español, con el deseo de que consiguiesen llevarse el máximo número de títulos posibles a casa.
A pesar de contar que, en su última participación, sus sensaciones eran buenas y tenía posibilidades de ganar, la mala suerte le ha vuelto a encontrar, en un escenario muy parecido al de su mayor pesadilla, el Campeonato de Europa: “Últimamente en los Campeonatos de Europa no estoy teniendo mucha suerte con el tema de las caídas. Hace dos años, disputando el europeo en Francia, tuve una de mis mayores caídas. Me rompí nueve costillas, la clavícula por cuatro sitios y me perforé el pulmón; tuve que estar ingresado cuatro días en la UCI”, recuerda Jacobo. Cuando sufrió su peor (agosto de 2023), Santana tuvo que afrontar una etapa bastante dura, en la que debió recuperarse, en un proceso lento con el que aprovechó para centrarse en otras prioridades. Así cuenta su periodo de inactividad: “Aproveché para desconectar de la bicicleta, cuando tienes una lesión de este calibre, intentas alejarte un poco de este ‘mundillo’; a ningún deportista le gusta estar parado. He aprovechado para disfrutar de mi familia e ir recuperándome paulatinamente”.
Al ciclista ahora le toca replantear esta nueva lesión a largo plazo, la cual le impide mover hombro y muñeca, y que ya ha dejado en manos de su fisioterapeuta. Aun así, Jacobo Santana tiene como objetivo volver cuanto antes a la bicicleta, aunque no sea en competición. La carrera deportiva del deportista ya acumula muchos éxitos; todo deportista de élite sueña con ser en algún momento partícipe de unos Juegos Olímpicos, pero esto es lo que describe Santana: “Creo que mi tren ya ha pasado, ahora mismo lo que hago es por mero amor a la bicicleta, porque disfruto y me gusta la competición. Me gusta más la idea del rol de seleccionador en el equipo nacional, aportando mi experiencia y ayudando a los ciclistas del futuro, solo en ese caso me veo en el panorama olímpico, pero no con los guantes y el casco”, afirma. Jacobo Santana quería culminar un año de ensueño, coronándose a nivel nacional y europeo, pero por razones de salud, y por su edad, asume que no podía seguir al ritmo de competición al que se encontraba. Esta segunda lesión podría ser su adiós definitivo a su trayectoria deportiva. “Por suerte o por desgracia de las lesiones se aprende, y debes sacar la parte positiva por algún lado. Acabo de cumplir 53 años, y estoy intentando alargar mi carrera todo lo que puedo. A raíz de estas últimas caídas ya te planteas tomarte la competición con más calma; hay gente detrás de ti que sufre (familia y amigos) y no ve con buenos ojos que te juegues el físico para agrandar un palmarés que ya tiene logros importantes; prefiero centrarme en mi nuevo desafío como técnico, considero que ahora soy más conservador y velo más por lo que me rodea”, habla Santana. Tras sufrir la lesión fuerte que pudo acabar en tragedia, se ha visto obligado a optar por un programa de entrenamiento distinto al que solía realizar cuando estaba en la élite y era más joven; en la actualidad, afirma que en los últimos años se ha guiado más por sensaciones que por los planes de entrenamiento, que por su excesiva dureza o exigencia no congenian con lo que busca en la actualidad.
Jacobo Santana vive en Alcoy desde que llegó procedente de Canarias a los ocho años, y deja claro que su sitio está en la ciudad: “Alcoy es un sitio ideal para la gente a la que le gusta el deporte y la naturaleza; es un paraíso. Me siento muy a gusto viviendo aquí y no me veo cambiando de aires ni a corto ni a largo plazo”. Con vistas al futuro, Santana solo pide estar bien físicamente, quiere seguir vinculado al mundo de la bicicleta; ya sea como entrenador, asesor o simplemente fanático de su deporte.