Ontinyent-Alcoyano, el derbi de la cordialidad

Los Ontinyent-Alcoyano o Alcoyano-Ontinyent siempre han sido unos partidos especiales que se han vivido con intensidad en las dos aficiones. No solo estaba en juego el orgullo deportivo, también situarse por encima del vecino entre dos poblaciones unidas por muchas razones, entre ellas el textil como motor social. Los caprichos del destino quisieron allá por el mes de julio del verano pasado, que esa rivalidad que se había perdido en los últimos cuatro años con el descenso del Ontinyent a Tercera, viva un nuevo capítulo con un derbi intrascendente en las filas blanquiazules –con la salvación ya en el bolsillo–, pero que puede ser histórico para los del Clariano, que tienen a mano clasificarse para la próxima edición de la Copa del Rey, pero sobre todo dependiendo de los resultados de la jornada, meter la cabeza en el play-off de ascenso.

Con el Ontinyent futbolístico en vilo, los dos ayuntamientos tuvieron esta semana la bonita iniciativa de juntar en las víspera a los dos clubes y animar a que el derbi de mañana sea una fiesta deportiva y social. Para ello, se convocó a mitad de semana en el Palau de la Vila de Ontinyent a los dos alcaldes –Jorge Rodríguez y Toni Francés–, los dos presidentes –Adrián Márquez y Fernando Ovidio representó a Juan Serrano, en San Sebastián en el Congreso de Fútbol Aficionado como miembro de la delegación de la FVF– y los dos entrenadores –Vicente Parras y Mario Barrera–. Completaba la escena el cartel del partido, en el que se podía leer con letras en blanco sobre un fondo rojo: “No és només un derbi”, alertando de la trascendencia del choque para el Ontinyent.

El primero en tomar la palabra tras la bienvenida del alcalde local Jorge Rodríguez fue Fernando Ovidio, quien apeló a las buenas maneras. “La rivalidad deportiva entre dos ciudades importantes de la Comunidad debe existir. Es bonita la pasión y el sentimiento, pero bien entendido, con camaradería. Nosotros queremos ganar, es lo que intentamos allá donde vamos, pero es más importante hacerlo con deportividad y que mañana haya buen entendimiento y hermandad entre las dos aficiones”.

Desde el otro bando, su presidente Adrián Márquez, reconoció que después de la euforia que acompañó la victoria en el descuento en casa del Llagostera, “estos días previos al derbi están siendo de una calma tensa. Nos jugamos mucho. Será un partido muy competido y espero que las dos aficiones disfruten, pero nosotros queremos ganar”.

Mario Barrera, en su turno, quiso desmentir a los que piensan que para el Alcoyano será un simple trámite el partido de mañana. “Nada de eso, nosotros también nos jugamos mucho, algo tan importante como es el prestigio de la entidad y darle a nuestra afición una alegría después de tanto sufrimiento esta temporada. Confío que salga un buen partido y que se vea un buen espectáculo futbolístico”.

fiesta del fútbol
Al otro lado de la mesa, Vicente Parras, entrenador que ha obrado el milagro de un Ontinyent que ha pasado de ser un recién ascendido a poder clasificarse para el play-off de ascenso en la misma temporada. “Están siendo unas semanas muy bonitas tanto para el equipo como para nuestros aficionados. El partido de mañana debe ser una fiesta del fútbol. Tenemos un sueño, que es la Copa, y el premio gordo sería el play-off. Queremos rematar la temporada con lo máximo que podamos”.

El alcalde Toni Francés, tras dejar caer lo peligroso que es el Alcoyano lejos del Collao, puso en valor lo importante que es que dos poblaciones tan cercanas tengan un equipo en Segunda B. “Poder competir tan sanamente dos ciudades a los que nos unen tantos vínculos es muy importante. Este derbi es la guinda a la temporada, si bien es cierto que no ha sido un año fácil para el Alcoyano, que finalmente ha logrado dar lo mejor de sí y mostrado su mejor cara desde la incorporación de Mario Barrera”.
A su izquierda, Jorge Rodríguez, le devolvió el golpe de forma deportiva. “Si el Alcoyano está bien fuera, el Ontinyent se muestra muy fuerte en su casa y confiamos que mañana nos pueda dar una gran alegría. Animar a las dos aficiones a que asistan y disfruten del partido desde el respeto y la camaradería por encima del resultado”.

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