Un derbi de los de antes

Visitar La Murta es un campo que destila historia por los cuatro costados, aroma a fútbol como aseguró ayer el técnico Vicente Parras, escenario de duelos muy calientes que suelen recordarse en el tiempo. El derbi de mañana (17 horas), no es una excepción. El Deportivo llega enrabietado después de quedarse a un paso de hacer historia y convertirse en el primer equipo del fútbol español en ganar once partidos consecutivos.

Enfrente estará un Olímpic que empieza a sacar cabeza después de un desastroso inicio de temporada. Una recuperación deportiva que ha coincidido con una crisis a nivel institucional, que culminó hace tres semanas con la dimisión del presidente Ricardo Matéu, y la llegada de una junta gestora liderada por Anuj Gupta, que es el inversor indio accionista mayoritario a través de la empresa Sudeva.

El Olímpic estuvo las tres primeras jornadas de liga sin puntuar y la primera victoria llegó al cuarto partido. Desde entonces solo el Alzira (0-1) ha sido capaz de ganarle y suma ya cuatro victorias y tres empates.

El equipo entrenado por Abel Buades, exjugador de Castellón, Nàstic y Cádiz, entre otros equipos, vive mucho de la inspiración de dos exblanquiazules, el defensa Berna y el centrocampista Nico Cháfer. “Sobre todo deberemos estar atentos a no regalar faltas y estar muy implicados a la hora de defender. Ellos tienen buenos rematadores. Nosotros hemos perdido altura con las bajas de Rubén Garcés y Pau Franch”, apuntaba ayer Vicente Parras.

No serán las dos únicas bajas. Tampoco estará el portero Palopa y el canterano Miguel Aracil, que deberá estar en una mesa electoral.

La duda que surgió durante la semana sobre la posible baja de Jony Ñíguez, con una rotura en un dedo de la mano, ha quedado despejada en los últimos días, después de que el especialista desaconsejase la intervención quirúrgica y con una férula de última generación, podrá jugar sin problemas. “Me gustaría destacar el nivel de implicación de esta plantilla, porque el jugador lo que quería es jugar, lo mismo que Pau Franch disputó 60 minutos con el pómulo fracturado y a Óscar Díaz hubo que pincharle dos voltaren para que pudiera jugar por un golpe en el testículo. Digo esto porque parece que contra el Alcoyano todo vale, y no es así. Hay que proteger al jugador. Ya me quejé en Novelda y en casa del Hércules B volvimos a sufrir muchas patadas innecesarias”, subrayó el técnico.

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