Vicente Parras: «Tenemos que hacernos fuertes en el Collao»

Páginas especiales dedicadas al CD Alcoyano 2023/24

El Alcoyano de los últimos tiempos tiene muchos ojos, pero si fuera necesario ponerle cara, sería indiscutiblemente la de su técnico, una figura de consenso que ha unido a todo un club y que trasciende más allá de su labor en un banquillo. Nunca sacó pecho de sus éxitos, ni tampoco buscó hacer sangre cuando se acumulaban los meses sin cobrar y la entidad estuvo al borde de la desaparición. Supo aislar al vestuario y templó cualquier conato de incendio, cuando motivos no le faltaban. Esa manera de transmitir normalidad en los malos momentos caló en la afición, que no pidió su cabeza y estuvo con el equipo el pasado curso, sabedora de lo que había. Ahora Vicente Parras afronta su reto más apasionante desde que aterrizó en el Collao hace cuatro temporadas, camino de su quinto ejercicio. Quizás sea el año que más cerca tiene su gran ilusión: llevar al Alcoyano a un play-off y ascenderlo.

–¿Se puede decir que ese momento podría haber llegado?

–Se puede hablar de apuesta importante de la propiedad. Se ha dado un salto grande en cuanto a presupuesto. En ese sentido hemos subido varios escalones, es un proyecto ambicioso, pero también debemos de tener los pies en el suelo. Hay muchos equipos que de salida van sí o sí a por el play-off. Nuestra intención es pelear la parte media-alta de la tabla y estar siempre con esas opciones matemáticas de meternos entre los cinco primeros.

–¿De los cinco años que llevas en el banquillo del equipo, se podría decir que es el más ilusionante de todos?

–Desde un punto de vista sí, porque hemos ido a elegir en el mercado de fichajes, no solo a ver que podíamos fichar. Hemos podido hacer la plantilla que queríamos. Si no han venido primeras opciones, han sido segundas, algo que no ocurría en otros años. Quizás se asemeje más al año de Tercera, donde éramos un proyecto importante dentro de la categoría, algo que no viene ocurriendo estas últimas temporadas, donde se ha buscado más salvar el año, si bien es verdad que se hicieran buenas temporadas.

–¿El poder elegir también eleva el nivel de exigencia?

–Siempre hubo una exigencia. El primer año por subir, después el meter la cabeza en la Primera Federación y la pasada temporada por no bajar. De no haber conseguido esos objetivos se hubiera perdido como mínimo un año, cosa que no terminó sucediendo. Este año se ha hecho una importante inversión para poner las base de un proyecto sólido y la exigencia será que todo ese trabajo que se ha realizado este verano acabe dando sus frutos.

–Esa exigencia del nuevo proyecto puede personificarse en dos nombres, los de Fran Miranda y Raúl González, a los que con contrato en vigor se les ha terminado dando la baja.

–Han sido salidas muy dolorosas y no han sido las únicas. Fueron jugadores que se dejaron todo por el club, pero si quieres cambiar algo no pudies seguir haciendo las mismas cosas. Había que tomar una serie de decisiones aunque fueran difíciles llevarlas a efecto. Muchas veces empiezas el mercado en una dirección, pero es el propio mercado quien te obliga a tomar otras. Son decisiones complicadas pero que las asumes pensando que deportivamente vas a mejorar. Luego el tiempo dirá si acertamos o no.

–¿Esa mejoría ha ido encaminada en subir el nivel de competitividad de la plantilla?

–Efectivamente. Creo que hemos conseguido subir ese nivel sobre el papel, luego habrá que demostrarlo en el campo, además de aumentar la competencia interna con dos jugadores que pueden ser titulares por puesto. Eso me permite manejar la semana pensando en un once u otro, que no seas tan previsible y el rival tenga dudas, además durante el partido manejar mejor sus situaciones. La temporada pasada, sobre todo en el tramo final de liga, todos sabíamos el once que iba a jugar y por rendimiento era difícil hacer cambios. En años anteriores conseguíamos muchos puntos en el tramo final de los partidos y el año pasado, no solo no lo logramos sino que encima perdimos muchos puntos. Hacíamos un buen trabajo durante 60 o 70 minutos de los partidos, pero llegábamos muy justos al final.

–¿Una parte de ese sufrimiento era porque también al equipo le costaba sumar en el Collao?

–Ni en el Collao ni fuera. Las circunstancias que rodearon a la temporada hicieron que tuviéramos la sensación de que conseguimos algo más que salvar la categoría. En los años que llevó aquí tuvimos una regularidad en cuanto a sumar puntos tanto en casa como fuera, incluso llegamos a encabezar la clasificación de puntos conseguidos fuera de casa. Hemos de volver a hacernos fuertes en el Collao, aunque también es verdad que yo no cambio sumar más en casa y perder muchos puntos fuera. En el Collao hemos de ser capaces de amarrar partidos que el año pasado no fuimos capaces de cerrarlos. Con esos seis o siete puntos de más hubiéramos salvado la categoría y habríamos estado luchando por meternos en el play-off. El año pasado creo que incluso sumamos un punto más en la primera que en la segunda vuelta, pero también es cierto que si hubiéramos tenido una mejor puntuación en enero no habríamos tenido los nervios del final de la liga pasada. Uno de los objetivos para este año será sumar más en casa pero sin perder el rendimiento fuera de casa.

–¿En los fichajes se ha buscado elevar la envergadura de la plantilla pensando precisamente en las características y dimensiones del Collao?

–Nuestro campo requiere mucho control del juego de las dos áreas, existiendo muy poco juego de creación en el centro del campo, también por el fútbol intenso que proponemos nosotros tratando de que el rival no haga acciones muy largas. El año pasado, incluso en casa, sufrimos mucho con el balón parado del rival, notamos que nos faltaban medios, además la categoría se ha puesto en un nivel en el que el físico de los rivales también es muy importante y nosotros no nos podíamos quedar atrás. Hemos manejado todas esas acciones, luego también el mercado nos ha dado la posibilidad de fichar a Nieto, que no destaca precisamente por su envergadura, pero esa parte de tener más altura en la plantilla ya la tenemos cubierta.

–El nombre de Moyita ha estado en boca de muchos. Finalmente decidió no venir y en su lugar se fichó a Ganet, el 10 del Murcia.

–Moyita es Moyita y Ganet es Ganet. Es cierto que Moyita nos dio mucho pero también nosotros le dimos mucho a él, generando una confianza para que pudiera sacar lo mejor de su juego. Se lo agradecemos, nos ayudó mucho a cumplir los objetivos, el club hizo todo lo que tenía que hacer para retenerlo, pero ya es historia y cuando se puso a tiro la opción de Ganet no lo dudamos. Es un futbolista distinto, quizás se adapta más a lo que queremos porque es más físico, con mayor capacidad de sacrificio, buenas conducciones y tiros desde la frontal que nos puede venir muy bien. Quizás perdemos algo de calidad en la primera fase de creación, pero al final todos los que esten en el campo se deben de implicar. No solo Ganet nos debe dar un salto de calidad, también está Agüero, que no es el mismo jugador en este inicio de liga que el del final de la pasada temporada. Están Imanol y Juanan,que sabemos que siempre dan un rendimiento alto, o jugadores como Armental o Sergi García, que estoy convencido que van a dar el máximo, van a ser diferenciales.

–Otra cuestión que se ha visto en pretemporada es el cambio del dibujo táctico.

–No es algo nuevo, ya tras el parón navideño introducimos algunos cambios buscando adaptarnos a los jugadores que teníamos y mejorar el rendimiento. Cuando hemos tenido dos delanteros grandes hemos buscado un juego más directo. El año pasado, cuando recuperamos la mejor versión de Moyita, nos dimos cuenta que quizás necesitábamos más elaboración y dejamos de jugar tan directo. Este año también los campos a los que iremos también te exigen un fútbol más combinativo, no ser tan directos y como hemos podido firmar para ese tipo de juego, haremos un fútbol algo más alrededor del balón. En el fútbol moderno el dibujo es relativo y da igual que salgas con un 4-4-2 o con un 4-2-3-1, lo importante es la capacidad que tenga el equipo para adaptarse. Habrá momentos que será un 4-1-4-1, otros un 4-2-3-1 o incluso un 4-4-2

–Se puede decir que este Alcoyano recuerda, en cuanto a nivel de competitividad interna, al de tu primera temporada, el del ascenso a Segunda B.

–Salvando las distancias, la idea es acercarnos al Alcoyano de Tercera División. Era un equipo que por momentos éramos avasalladores, un poco lo que se vio en el debut en casa frente al At. Sanluqueño, donde el rival nos consiguió aguantar en la primera parte, pero en la segunda el equipo terminó de romper. El rival se iba del Collao con la sensación de que había hecho un buen partido, sin embargo se llevaba tres o cuatro goles. Fue una temporada muy bonita, no es lo mismo aquella Tercera que la actual Primera Federación con equipos que por presupuesto están muy por encima y la intención es llevar esa idea de juego frente a todos nuestros rivales.

–¿Qué opinión te merece Ramírez, la nueva propiedad?

–Exigencia, primero que nada. Cuando llegó, el club estaba en liquidacion, esa es la realidad. Él hizo una apuesta, desde el primer momento dejó claro su forma de trabajar y este verano ha dejado claro que no iba de farol. Cuando le hemos dicho un nombre, ha ido a por él. Y si no han venido, es porque no ven al Alcoyano como un equipo grande como institución, de campo y de afición. Todavía cuesta que vengan ese tipo de jugadores, pero no es porque la propiedad no haya hecho el esfuerzo económico para traerlos. También ha subido el nivel de exigencia y nos obliga a tener permanentemente las pilas cargadas, no se puede relajar nadie. Tienes que rendir todos los días para que luego se traslade esa exigencia a los domingos. A mi personalmente me gusta, si te estabas acomodando en algunas cosas ahora no te lo puedes permitir, tienes que buscar la mejor versión tuya y creo que es bueno para todos nosotros.

–¿Desde el vestuario cómo se ve esa ruptura con las peñas?

–Es complicado para nosotros porque estamos acostumbrados a que esten a nuestro lado. Conozco la posición del club, los motivos de porqué se han hecho las cosas así, pero es triste la situación que se vio frente al At. Sanluqueño. A mi me gustaría que todos los aficionados estuvieran en el campo, pero también entiendo que el fútbol no deja de ser una cuestion secundario y que hay que priorizar otras cosas.

–¿Cómo ves la competición en la temporada recién iniciada?

–Poco a poco la categoría se ha ido regularizando y cada vez son más los equipos de grandes ciudades o de capitales, clubes históricos que ahora mismo no pueden estar en el fútbol profesional. Se está viendo que los equipos de Primera Federación que ascienden a Segunda División con muy pocos cambios pueden competir en esa categoría sin problemas. Los que suben ya no son los primeros candidatos a descender. Este año sí que es verdad que hay siete u ocho equipos que están a un nivel presupuestario por encima del resto. Nuestro objetivo es pelear por las diez primeras plazas y no por las diez últimas. Hay clubes que pueden meterte 25.000 aficionados en su estadio y nosotros no podemos hacerlo. Tampoco tenemos la capacidad de manejar ingresos por patrocinios que pueden atraer más ingresos. Lo nuestro se reduce a que la propiedad saque dinero y lo ponga encima de la mesa sin hipotecar el futuro de la entidad. En ese sentido es una competición desequilibrada y partimos en desventaja. Nuestras opciones pasan por equilibrar acertando en los fichajes, y una línea de ser reconocibles con una serie de valores que nos permitan competir frente a esos grandes trasatlánticos.

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