Collao

Quedan ocho jornadas y el Deportivo está en el peor escenario posible. Es el colista, de sus últimos cinco partidos, cuatro terminaron en derrota, es el equipo menos realizador del grupo con unos pobres 22 goles en 30 jornadas y son tres entrenadores los que ya han desfilado por su banquillo. Sin embargo, a diferencia de sus rivales por evitar el desastre del descenso, el Alcoyano tiene un tesoro y se llama campo del Collao. De los ocho partidos que aún le quedan por disputar, cinco serán como locales, encima la despedida liguera será en casa contra el Conquense, un duelo que puede ser a vida o muerte. La historia parece repetirse otra vez. El año pasado cuando llegó Mario Barrera al Deportivo se encontró con un equipo al que se le atragantaban los partidos de casa. Le costó al principio, pero terminó dando con la tecla y el equipo consiguió que el Collao volviera a ser un fortín y se sumaron tres victorias que valieron su peso en oro en la salvación a falta de una jornada. Es una historia que suena bien y me gustaría que se repitiese, entre otras cosas porque ahora mismo no me imagino al Alcoyano jugar el año que viene en Tercera, es algo que ni se me pasa por la cabeza porque creo que no es el momento, pero para ello es necesario recuperar la magia del Collao para despertar de ese mal sueño que está siendo la actual temporada. Si alguien tiene más ganas que nadie de que el templo blanquiazul vuelva a ser ese escenario temido por los rivales ese es el propio aficionado, que lejos de abandonar el barco y quedarse en su casa, siempre saca un rayo de optimismo para seguir apoyando al equipo de su ciudad, el único que aún le sigue quitando el sueño cuando lo ve en la situación en la que se encuentra actualmente en la tabla. Se vio el último domingo ante el Valencia Mestalla, a poco que el equipo empujó algo desde el césped, enseguida tuvo a la grada de su lado. Estoy seguro que el domingo ante el Lleida volverá a estar con el equipo y también en los otros cuatro partidos que habrá que jugar en casa. La salvación pasa por llegar muy vivo a las dos últimas jornadas y para ello son clave los cuatro próximos encuentros del equipo, tres de los cuales se jugarán en el Collao. Por aquí pasarán en el próximo mes Lleida, Castellón y Olot. Ahora mismo, al equipo solo le vale pensar en los nueve puntos en juego. Todo lo que no sea sumar esa cifra de puntos será dar un paso atrás hacia la permanencia. El Collao es la llave para seguir creyendo.

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