Derbi

Ante el Hércules se vio un Deportivo sólido en defensa que apenas concedió ocasiones, poco trabajo para Miguel Bañuz, y eso que sí permitió demasiados córners pero el juego aéreo fue bien resuelto especialmente por la labor de Primi y Córcoles, que dio mucha consistencia, y un Ruso imperial que además completó una excelente actuación con el gol de la victoria. Un partido donde los tópicos futbolísticos nos dirían aquello de un derbi con más emoción que juego, más intensidad que calidad pero para los aficionados locales fue una alegría en este en mediocre 2018. El aficionado vio un equipo intenso, fuerte en defensa y practicó en ataque, un Deportivo que con su garra se ganó el empuje de la grada, una grada que tuvo que gritar fuerte para que se pudiera escuchar el caracteristico ¡Deportivo, Deportivo! ante la invasión herculana. Aparte del juego defensivo si algo mejoró fue la medular, un De Lerma incansable, no paró de correr, además de ordenar la presión y ser el primero en perseguir al rival, bien acompañado por un Córcoles que en su reaparición dio el equilibrio necesario al equipo, unas bandas que quizá no brillaron en ataque pero si ayudaron mucho en defensa. Si Córcoles brilló en su reparación, no podemos decir lo mismo de Braulio que duró en el campo lo mismo antes de volver a lesionarse, 20 minutos. La enésima lesión que quizá sea el principal motivo del rendimiento del equipo. Con la lesión de Braulio fue Rubio quien de nuevo demostró que merece más minutos. Mir tendrá la explicación pero para la grada es el delantero que más aporta al equipo y así lo mostró con su cambio al final. A falta de juego, bien esta la intensidad y esfuerzo algo que valora y mucho la afición. Segunda victoria en casa ante un rival importante. Ello demuestra que este equipo puede ser mejor de lo que hasta el momento dice la clasificación. Ojalá sirva como punto de inflexión.

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