Efecto boomerang

Acabamos de salir de unas elecciones y nos meten en otras. Ante el gran fracaso en las elecciones municipales que ha sufrido el partido socialista, el presidente del Gobierno ha decidido adelantar las elecciones generales. Sin tiempo a pactar en los nuevos ayuntamientos, ni tan siquiera que las puedan preparar los distintos partidos políticos; nos ha cogido a todos por sorpresa.

Además ha escogido un día donde mucha gente estará de vacaciones o de puente en diferentes comunidades. Ya se piensa en una gran abstención, una auténtica lástima, ya que lo más conveniente para todos es que vote la mayoría de gente. Y ahora se empeña en hacer sólo debates con el candidato del Partido Popular el señor Feijoó, reclamando todo el voto de la izquierda para su partido. El señor Sánchez se quiere desmarcar de aquellos partidos que le han permitido estar como presidente. Una estrategia para continuar en su cargo que ocupa pero que se puede convertir en un efecto boomerang. Sin embargo una vez más tenemos que acatar sus deseos, amparado por las leyes actuales, aunque muchos de sus compañeros de partido no compartan su misma opinión. Ya sabemos que donde manda capitán, no manda marinero.

Por otro lado en Alcoy hemos podido comprobar que el mayor éxito ha estado en la abstención, desgraciadamente más de 15.000 personas con derecho a voto han preferido no hacerlo y más de 1.000, aunque participando, decidieron que su voto fuera en blanco o nulo.

Es una pena, ya que por nuestro Alcoy, todos deberían haber votado y así tendríamos un Ayuntamiento acorde a la realidad de lo que quieren los ciudadanos. De nuevo ha sido un efecto boomerang para todos aquellos que querían un cambio y sin embargo por diferentes desavenencias, lo único que han consentido ha sido 4 años más de una alcaldía dirigida por Toni Francés y su equipo de trabajo. Luego que no se quejen, y que disfruten lo NO votado. Al final los resultados han dado como vencedor al partido que ya estaba por un pobre margen de 23 votos, nunca una victoria fue tan amarga debido a la bajada de votos en anteriores elecciones y por el otro lado del centro derecha mucha alegría por pasar de 4 concejales a 8, aunque con cierto sabor amargo, lamentando no haber tenido el triunfo como en la mayoría de pueblos y ciudades de la comunidad, así como en la Diputación de Alicante y la Generalitat Valenciana.

La verdad es que se ha avanzado, a falta de un poquito más. Salvo un cambio dramático de la situación, todo continuará igual, por la unión de las fuerzas de las izquierdas, dejando a los de centro derecha en la oposición.

Todo ha sido muy igualado y esperemos que la nueva gobernabilidad de Alcoy sea escuchando a todos los partidos que han sido elegidos por los ciudadanos, lamentando otra vez, todos aquellos que no han querido participar. Es momento de que todos los partidos estén con sentimiento de hacer siempre lo mejor, juntos y unidos por el bien de todos los ciudadanos, que trabajen con humildad, sin sentido de superioridad, apreciándose los unos a los otros, poniendo todo su saber para el beneficio general y sin reproches ni viejas rencillas. Y así lo escribió S. Pablo a los Romanos 12-16

“Vivan en paz y armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino amigos de los que la gente desprecie. No se crean mejores ni más sabios que los demás. No devuelvan mal por mal.

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