El ‘Trencacaps’ de Alcoy

Todos hemos pronunciado en alguna ocasión la primera frase del soliloquio de Hamlet convertida en referencia de la literatura universal. Sí, esa misma: “Ser o no ser, esa es la cuestión”. Una frase que expresa inquietud, dilema, elección. Un enunciado que nos indica que la gran mayoría de las cosas, por no decir todas, son cuestionables: playa o montaña; verano o invierno; cambio de trabajo o continuo en el mismo; subo o bajo; la llamo o no la llamo; hago esto o no lo hago. Un verdadero “Trencacaps”. Y esto, me lleva a diferentes cuestiones.

Se excluirá o no se excluirá, esa es la cuestión, el tramo del Bulevar o Via Parc, como se denomina al nuevo proyecto, que no es más que el mismo perro, pero con diferente collar, a su paso por el recién estrenado circuito de BMX situado en la zona de “Trencacaps”.

Celebrar o no celebrar, esa es la cuestión, las fiestas de San Jorge después del verano. La Consellería de Sanidad ha anunciado que se podrán celebrar fiestas o actos festivos a partir de septiembre y esto nos lleva a la verdadera cuestión. Consulta popular o no consulta popular, esa es la cuestión, para celebrar las fiestas en honor a San Jorge. Si en realidad desean mantener viva la ilusión de los alcoyanos y alcoyanas y que no se pierda el vínculo con las fiestas, que mejor forma que haciéndoles partícipes de la decisión a través de un referéndum popular.

Se reducen o no se reducen, esa es la cuestión, las emisiones contaminantes con la peatonalización del centro. De manera obvia, a menos vehículos circulando menor contaminación (no hay que ser ningún lumbreras para saber esto). Pero, en realidad, esa no es la cuestión. Aunque los datos digan que sí, éstos son números y los números como tales son manipulables y se pueden moldear para respaldar propias conclusiones. Existe un dato que no se puede manipular: la satisfacción de las personas. Esta es la cuestión: están satisfechos o no están satisfechos los vecinos y comerciantes con peatonalizar el centro. Este dato es el que se debería vender y no la reducción de la contaminación, lo cual, como dije antes, es más que evidente.

Con ello, se nos plantea otra cuestión. “Viure al centre” o no “Viure al centre”, esa es la cuestión. Se anunció como un concurso para atraer habitantes al centro y ahora se ha convertido en un arma arrojadiza entre gobierno y oposición. Siendo el resultado de la batalla un desplante infantil y poco ético, tanto social como político. Los ciudadanos necesitamos ser persuadidos por los aspirantes al gobierno y así actuar en consecuencia para con nuestro voto y no ver como, el salón de plenos del consistorio municipal junto a sus ocupantes asalariados con nuestros impuestos, lo convierten en un patio de colegio con sus chiquilladas y rabietas de adolescente.

Señores políticos, no construyan más castillos en el aire, esto es Alcoy no París, Londres o Madrid. Pongan los pies en el suelo de esta maravillosa, aunque decrépita ciudad. Ciudad que necesita suelo industrial para que empresas que aún están dentro del casco urbano puedan crecer. Ciudad que necesita que su corazón reduzca el colesterol provocado por el paso de vehículos, pero no a costa del bienestar de los vecinos. Ciudad que necesita mejorar su economía, pero no con invención o duplicidad de tributos.

Dejen a un lado el niño que todos llevamos dentro. Vuelvan del país de Nunca Jamás y compórtense acorde a la responsabilidad que, democráticamente, los ciudadanos les hemos otorgado.

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