Es algo más

En una ocasión me contaron un cuento o quizás una historia que me hizo pensar y ahora os lo quiero contar a vosotros para que también os haga pensar.

“Era un matrimonio joven que habían tenido un niño y eran la pareja más feliz del mundo. Pasaron los días y llegó el primer cumpleaños del niño. Los jóvenes, ante la alegría de su primer acontecimiento quisieron celebrarlo con sus familiares, vecinos y amigos. Así que prepararon una gran fiesta, con bebidas, comida, la casa adornada con luces, guirnaldas, una gran variedad de dulces y licores, música. No faltaba ningún detalle para poder celebrar como merecía el primer cumpleaños de su primogénito.

Empezaron a llegar los invitados, todos venían con sus abrigos, chaquetones, ya que era en tiempo invernal y, por supuesto, los regalos. Como la casa no era demasiado grande y eran bastantes los invitados, decidieron que dejaran sus ropas de abrigo sobre la cama del matrimonio y por supuesto los regalos. Estuvieron durante horas comiendo, bebiendo, cantando, recordando historias de otros tiempos, haciendo juegos divertidos, en fin una gran fiesta. Y llegó el momento de la tarta y se dieron cuenta que faltaba el protagonista de dicha fiesta, que era el niño. Nadie lo había visto, se preocuparon y lo empezaron a buscar, estuvieron durante horas buscando por la casa y no dejaron ni un rincón por mirar y el niño no aparecía. La noche cayó sobre ellos y empezaron a marcharse los invitados a la fiesta. Tristes, desolados, preocupados fueron recogiendo sus abrigos y se iban marchando consternados. Al ir a marcharse el último de los invitados se dio cuenta que el niño estaba debajo de su abrigo y el pobre infeliz había fallecido ahogado por el peso de la ropa y la falta de oxígeno, así como de los regalos. Lo que iba a ser una gran fiesta se convirtió en una tragedia, el sueño que tenían sus padres resultó ser una pesadilla¨.

Y esto es lo que pasa en muchos hogares en la fiesta de Navidad. En Navidad celebramos el nacimiento de Jesús Hijo de Dios que vino al mundo para salvar a los pecadores. 1 Juan 4:14. “El Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo”. El mismo Jesús que es el único camino para llegar al Padre, aquel que murió por todos y cada uno de nosotros. Juan 3:16 “Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo único, para que todo aquel que crea en él no muera, sino que tenga vida eterna”.

Celebramos los cristianos el nacimiento de aquel que treinta y tres años después murió en la cruz como pago por nuestros pecados. Así que este escrito para los que no creen en Dios les habrá dicho poco o nada, pero para los que sí creemos, son unas palabras que no nos tienen que dejar indiferentes y que las navidades son para celebrarlas pero no como una simple fiesta, la Navidad es algo más. Así que disfrutemos sin olvidar que la auténtica celebración es el nacimiento del Niño, no nos pase que con tanta fiesta olvidemos lo que estamos celebrando y vayamos poniendo “abrigos” y regalos encima del niño y lo acabemos matando.

Doy gracias a mis compañeros del Nostre y por supuesto gracias a Dios, porque un año más desde este pequeño rincón os puedo desear a todos Feliz Navidad.

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