Gomicia Revisited (3)

Me dicen los que me siguen que he moderado mi discurso, que no hablo del nuevo DGFP sino más bien del instituto Cotes Baixes. Aun teniendo razón los que me hacen la observación, en realidad, lo que sucede, y eso lo saben bien quienes escriben, es que al final se acaba hablando de uno mismo, que es lo que mejor se conoce. De cualquier forma, no se puede tener el palo en la mano todo el tiempo; también hay que darle oportunidades a la zanahoria.

Bueno a lo que íbamos. En 1996, y aún años después, nuestra ciudad continuaba creyendo que el Instituto Cotes Baixes era solo un centro de FP; sin duda a ello contribuía, entre otras razones, la entrega de los Premios Cotes Baixes que se inició en 1990 tras la propuesta del Presidente de la Delegación de Alcoi del Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales de Alicante a la Dirección del IFP de Cotes Baixes de crear “un concurso, con el fin de motivar a los alumnos de nuestro Instituto, a realizar trabajos que les acercaran al entorno industrial de Alcoi y su comarca”.

Tendrían que pasar algunos años para que los alumnos que cursaban ESO y Bachilleratos no se sintieran discriminados y pudieran también ver premiados sus proyectos. Es también a partir de ese año cuando comienzan a firmarse convenios con AITEX y la EPSA de los que se beneficiaban solo los alumnos de FP. No es de extrañar, por tanto, que Alcoi considerara al instituto Cotes Baixes un centro de FP. Era principalmente la coyuntura en la que el centro se movía, esa combinación de factores extrínsecos y circunstancias a las que también contribuían sus directivos, los que hacían que el pueblo asociara el Cotes Baixes con FP.

No obstante, además de los nueve CF de diferentes niveles que se incorporaban ese año —Comercio y Marketing, por ejemplo—, el centro iba afianzando su vertiente europea con visitas preparatorias a otros países, participaba en proyectos de formación del profesorado en centros, estrenaba la acción Comenius dentro del Programa Sócrates, etc.

La introducción de la línia en valencià, que ya existía en otros institutos, por ejemplo, se debe al empeño del profesor Vicent Cabanes, que ese curso se incorpora al centro y que, además, facilita la formación en esa materia a todo el profesorado interesado. A veces hay que poner nombres propios, sobre todo a aquellas iniciativas que se apartaban de la idiosincrasia histórica del centro, desde la creación de la Escuela Industrial Elemental en 1853, y que contribuían a ensanchar la formación integral de los alumnos.

En 1996 el Servei Territorial d´Educació rectifica la superficie inicial de 1992 de nuestro centro (¡!): ahora el recinto escolar mide 10.335 metros cuadrados, siendo la superficie construida de 5.580 metros cuadrados. En esos momentos de tantos cambios, el profesorado de la antigua FP se adscribe al nuevo sistema educativo con nombres muy novedosos, por ejemplo: los maestros de taller de toda la vida pasaban a llamarse Profesores Técnicos de Mecanizado y Mantenimiento de Máquinas (metal), PT de Instalaciones Electrotécnicas (Electricidad), PT de Mantenimiento de Vehículos (Automoción), PT de Procesos Comerciales (Administrativo), etc.

El movimiento transnacional de alumnos es continuo: nuestros alumnos llevan a cabo experiencias laborales en Dinamarca, Escocia, etc., mientras que estudiantes franceses y daneses lo hacen en empresas alcoyanas. El Proyecto de Estudios Europeos, del que se beneficiarían especialmente los alumnos de 2º de Bachillerato, con el intercambio de información en inglés con alumnos de toda Europa, cumplía su cuarta edición. El club Rotary de Alcoi también premió a algunos alumnos nuestros con visitas a otros países.

Aquel año se habló mucho del mapa escolar y nadie sabía todavía cómo iba a quedar. Quienes sí sabían que no tenían suficiente espacio para desarrollar sus clases con total seguridad eran los nuevos PT de Mantenimiento de Vehículos, de ahí que finalmente el Ayuntamiento cediera un local en el Polígono Cotes Baixes: de este modo, los alumnos de automoción de toda la vida pudieron recibir sus enseñanzas con más dignidad.

En 1997 nuestro Instituto pasa a denominarse IES Cotes de Alcoi y comienza a redactarse el proyecto y dirección de obra para la adecuación del edificio construido en el periodo 1982-1984 a las nuevas exigencias de la LOGSE, lo que supondría un aumento de seis aulas. Ese año conviven los últimos cursos de la FPII (Ley Villar Palasí de 1970) con las nuevas enseñanzas contempladas en la LOGSE (Ley de 1990).

En el curso 1998-1999, sin embargo, se nos comunica que no está previsto que las obras de remodelación del centro comiencen antes del año 2000. Entre tanto, continúan los intercambios con otros países (Bari, Glasgow, Copenhague, Saint Malo; Argentina) y las estancias formativas en empresas europeas. Se introducen los cursos de diversificación curricular para aquellos alumnos mayores de 16 años que presentan dificultades manifiestas y generalizadas de aprendizaje durante los primeros cursos de la ESO, y arranca el programa Leonardo, al tiempo que se pone en marcha una innovadora y necesaria aula de autoaprendizaje “con la finalidad de que los alumnos puedan prepararse mejor las clases, sobre todo los que tienen dificultades especiales o les cueste entrar en el sistema educativo”, de la que se responsabilizaría el profesor Rafael Rodrigo. Recuerdo que este profesor era defensor de una teoría según la cual todo profesor, sea cual sea su destino, debe tener un proyecto debajo del brazo e intentar llevarlo a la práctica allá donde esté.

Ese curso, la Generalitat de Catalunya concede el Premio Comenius a nuestro Instituto por un proyecto titulado “Estudio del Agua”, al amparo de una convocatoria de ámbito nacional en la participaban todos los centros implicados en proyectos europeos. El Concurso Cotes Baixes cumplía su décima convocatoria. Y, al dejarse de impartir los dos últimos cursos del CP Miguel Hernández, cuatro profesores procedentes de ese centro se incorporaban al Primer Ciclo de la ESO de nuestro Instituto, y ese centro de educación primaria quedaba adscrito al nuestro. Paréntesis de infraestructuras: la construcción de la circunvalaciones de Alcoi y Cocentaina continuaba pendiente de ejecución porque “[e]n Alcoy se secó el grifo”, como recordaba el artículo de Lucía Gadea a mediados del año 1999, mientras el socialista Josep Sanus perdía la mayoría absoluta, y el popular Eduardo Zaplana era nombrado Presidente de la Generalitat Valenciana. Seguro que de esto se acuerdan.

Acabo el curso 1998-1999, parafraseando a un personaje secundario del drama histórico Enrique IV de Shakespeare —miren el comienzo de la eterna Campanadas a medianoche de Orson Welles—: “¡La de cosas que hemos visto y vivido, maese Pedro!”. La frase la hubiera podido pronunciar Gomicia, pero no lo hizo, porque todavía quedaban cursos por delante. Gomicia, en esos momentos, se encontraba con un ojo enfrascado en las comisiones para la elaboración del RRI, los PC de ESO, Bachillerato y CF, y, con el otro, en el estado el proyecto de adecuación y ampliación del centro, y si salía o no salía a licitación, todo lo cual no era moco de pavo aquellos días. Sí, algunos creen que los profesores solo se dedican a dar clases y tener muchas vacaciones.

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