Javi Lara, ha vuelto

Viendo jugar el otro día a Gonzalo Poley, me acordé de Javi Lara. Desde que el cordobés se fue del Collao y puso rumbo a la Ponferradina para iniciar una carrera que le llevó hasta debutar en Primera División, que no había visto un futbolista de esa elegancia y clase por estos lares. El gaditano no tiene las dotes de mando del cordobés, que movía como los ángeles el balón en el centro del campo, pero sí esa magia que le hacen ser un futbolista distinto, capaz de hacer levantar a un espectador de su asiento en un momento dado. El sábado, lo consiguió en tres ocasiones, fabricando tres golazos. En el primero, con el Alcoyano mirando el reloj porque la primera mitad se le estaba haciendo demasiado larga, dio la impresión que el portero visitante pudo hacer algo más. Luego el propio Poley explicó que el meta pensó que iba a lanzar un zurdo, en este caso Navarro, y dispuso la barrera con esa intención. Lo más importante es que el balón sorteó por bajo la barrera y terminó colándose en la portería. Se trata del primer gol en falta directa de la temporada. El segundo fue un escándalo, tanto en la elaboración como en su ejecución. Poley puso el balón con una precisión milimétrica a más de una veintena de metros, Nieto controló con exquisitez y el gorro que le hizo a Marcos fue una barbaridad, para acabar la jugada como un killer. En el tercer gol, de falta le puso el balón en bandeja para que Mariano se luciera y lo metiera de cabeza por toda la escuadra. Solo por ver estas tres acciones valió la pena olvidarse por un momento de las fiestas y creer que el fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes, como acuñó en su día Jorge Valdano. Tácticamente el Deportivo parece haber encontrado la llave con Ribelles ejerciendo de tapón por delante de la zaga y con otra línea de cuatro por delante que tiene a Mariano como punta de lanza. Cada vez el equipo se siente más cómodo con este sistema que permite a los blanquiazules jugar con dos mediaspuntas como Gato y Poley, un centrocampista más táctico como Mario Arques y un jugador de banda que en cualquier momento puede aparecer por el sitio más insospechado del ataque.

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