La gran muralla china

El dichoso virus del coronariavirus nos tiene a todos en alerta, procedente de China y que debe valer para darnos cuenta de la debilidad humana. Un país como es este asiático como potencia número uno del mundo, con un gran poder económico, súper avanzados en medicina, tecnología, armamento, etc… Dueños y señores de muchos países de todo el planeta. Con su cultura milenaria, esa Gran muralla China, maravilla de la humanidad, con más de 23000 km y una construcción que data a. C., hecha como protección de los temibles mongoles, algo que les hacía ser invencibles.

Y ahora resulta que por un diminuto virus les hace doblar las rodillas. Un agente infeccioso microscópico que sólo puede multiplicarse dentro de las células de otros organismos. Para que os hagáis una idéa de lo diminuto que puede llegar a ser y de lo terrible que es. Con este desgraciado ejemplo de algo tan actual, quiero deciros, que nunca somos autosuficientes ni invencibles. Por muy fuerte, inteligente, por mucha cantidad de dinero y poder que alguien crea tener, siempre tenemos alguna debilidad. Mirad el ejemplo de Goliat, un enorme y experimentado guerrero filisteo que cayó muerto por un pequeño joven llamado David, con una honda. El todopoderoso Titánic del cual se dijo que ¨Ni Dios podría hundir ese barco¨

Los diarios dijeron que : Aterrados por el impacto, los pasajeros salieron corriendo de sus camarotes y se dirigieron al salón principal, en medio del ruido del acero, los platos y las vigas de madera que se rompían. Pero nada de todo eso era cierto. ¿Qué ocurrió realmente aquella noche fatal a bordo del Titánic? La verdad era muy diferente: Los pasajeros estuvieron disfrutando, se sentían perfectamente seguros. ¿Por qué preocuparse? El Titánic no se podía hundir. No hubo ni pánico, ni conmoción, ni confusión. Después de un tiempo, el capitán convocó a todos los pasajeros que aparecieran en la cubierta con sus chalecos salvavidas. Muchos creyeron que era una broma. Cuando se les ordenó que subieran las mujeres y los niños a los pocos botes salvavidas que estaban disponibles, muchos pensaron que era una práctica y que pronto estarían de vuelta. Cuando se disparó el primer cohete se dieron cuenta que todo iba en serio, pues en alta mar es señal universal de peligro y solicitud de peligro. El Titánic se estaba hundiendo …¡ Y se hundió¡”

Orgullo, prepotencia, autosuficiencia, soberbia, arrogancia, faltos de humildad y modestia, hacen que en los tres casos fuese una terrible desgracia, unos para su país, otro para sí mismo y su tribu y otros para unos inocentes pasajeros y trabajadores que nada se sabían.

Estos tres ejemplos que os he descrito están seguro lejos de nosotros, por distancia, tiempo y lugar, pero me gustaría que os sirvieran de ejemplo y de aviso para que llevarais una vida humilde y atentos por lo que pasa a nuestro alrededor, no sea que en un descuido en esta vida, se nos lleve por delante.

Os dejo con un consejo del Libro de Romanos:

Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben.

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