Las cosas cambian o pueden hacerlo

Asistimos con gran sorpresa a las censuras que se hacen a las manifestaciones de los trabajadores franceses estos días. Algunos que conocemos la idiosincrasia de los franceses, que cambiaron el proceso humano hace ya más de doscientos años, tratamos de averiguar en los acontecimientos que están sucediendo en Francia con “les gilets jaunes”, o sea los chalecos amarillos, que motivos hay para todas estas manifestaciones, que empezaron con el aumento de los carburantes. La gente por lo general se para con demasiada facilidad en las apariencias y a censurar algunos actos, que por supuesto no son concebibles, pero que están en el fondo de las demandas. Tampoco cuesta mucho si el tema preocupa y eres capaz de buscar la información ahí donde la puedas obtener. Hoy los medios de comunicación, aunque hay que saber interpretarlos te pueden facilitar esa información.

En esencia los trabajadores franceses piden el aumento de los salarios y de las pensiones en consecuencia al provecho de las ganancias, o sea que no se quiere un aumento porque sí, sino, que si los beneficios y las ganancias han aumentado considerablemente, que este aumento se haga proporcionalmente, este sería el fondo del problema a parte es lo que nos comunica Nathalie Arthaud en un bello y detallado discurso. Guillaume Perchet también apunta a la preocupación de este estado de cosas que, y algo muy significativo, que ya no son sólo los gilets jaunes, los estudiantes de Langon y otros lugares empiezan a tomar parte en esta situación, lo mismo el sector de la sanidad. Si bien nos llegan las noticias, como ya digo, se pretende un aumento en provecho de las ganancias, o sea que todos aumenten su nivel de vida proporcionalmente a las ganancias, no que se las lleve únicamente el sector patronal.

El presidente francés Monsieur Macron ha puesto algunos “parches”, pero, a mi modesto entender, sentarse en una mesa a dialogar puede allanar muchos escollos.

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