Mónica Castillo cumple su décima temporada en la élite nacional de fútbol sala femenino

Su intención era haber colgado las botas al final de la pasada temporada. Una lesión de espalda le había lastrado mucho en los últimos tiempos, pero Mónica Castillo no quiso cerrar este ciclo con un mal sabor de boca tras un curso con muchas adversidades y lesiones dentro del equipo, puesto que hasta tres compañeras tuvieron que pasar por el quirófano por una grave lesión de rodilla.

Fue lo que le llevó a cambiar de opinión y seguir otro año, también animada por los refuerzos del verano que han convertido al Universidad de Alicante en un aspirante a todo en este ejercicio, empezando por el título de liga de la Primera División de fútbol sala femenino.

“Estaba segura –apunta la alcoyana– de dejarlo. Lo pasé mal con lo de la espalda, pero finalmente me convencieron. Después de tantos años, irme así me hubiera dejado un mal sabor de boca, por lo que decidí continuar y lo hago muy a gusto, el ambiente en el vestuario es sensacional. Además, hay mucha ilusión con la plantilla que se ha logrado reunir para esta temporada”.

Sería la despedida soñada cantar un título con el Universidad de Alicante, poniendo así colofón a una excelente trayectoria que comenzó a fraguarse en el Santa Rosa cuando era aún una adolescente, con 20 años cambió de aires al iniciar sus estudios universitarios y diez después –acaba de cumplir los 30– es la capitana y jugadora con mayor jerarquía dentro del equipo.

Entre los refuerzos llegados este verano al Universidad de Alicante destaca el regreso de la banyerense, también exjugadora del Santa Rosa, Sara Navalón tras proclamarcarse con el Jimbee Roldán murciano campeona del III European Women’s Futsal Tournament y haber sido tres veces internacional con la Selección Española.

Foto: Mónica Castillo cumple su décima temporada en el Universidad de Alicante.

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