No és això

1978. Son ya más de cuarenta años los pasados desde que sonó por primera vez esta canción. Durante mi juventud, la escuchaba una y otra vez bajo el repiqueteo en mi cabeza de revueltas sociales, pactos de la Moncloa, mucha gente en la calle, grises, lecheras y carreras, hambre social y colas en el paro, el caso Scala de Barcelona… y de fondo a lo lejos escuchaba; “No es això, companys, no es això”.

2020. En plena pandemia, con limitaciones de movilidad, con informaciones recortadas partidistas, con datos que hoy son unos y mañana otros, y, mejor no intentes sacar tus propias conclusiones por que, con los datos que te ofrecen, va a ser más sencillo que acudas a tu buen amigo el psiquiatra, que ser capaz de conseguir sacar tus propias conclusiones (por mi parte, después de un mes y medio he tenido que desistir de ello). Coges ánimo, aspiras profundo, lees los periódicos, enciendes la televisión, escuchas la radio, poniendo especial atención en que medio, cadena o periódico te encuentras, para no caer en SU verdad. Cada día una desescalada más y un exabrupto político mayor y me vuelve a golpear silenciosamente….. “No és això, companys, no és això”.

Otro día más u otro día menos y me llega de nuevo el soniquete directo al corazón….. No és això, companys, no és això, ni paraules de pau amb garrots….. no puedo creer lo que estoy viendo y escuchando, no es posible, que, en la mal llamada comisión por la Reconstrucción tengamos que escuchar a todo un vicepresidente del gobierno, decir que alguien está deseando dar un golpe de estado, y posteriormente con cierta sorna le recuerde que cierre la puerta al salir, u otro miembro de Vox llamándolo pirómano comunista. El propio presidente de la comisión reconociendo que se ha equivocado. No es això, no tiene razón de ser que unos se apropien de las banderas y de los símbolos de todos. Los extremos siempre son malos consejeros, y es que a muchos les interesa llevar esta legislatura a la inconsistencia del extremismo. Pocos hay, muy pocos que demuestren un ápice de cordura. Si algo nos está demostrando esta pandemia es que la mayoría de los españoles están respondiendo con cordura, mucha paciencia y sentido común, que los resultados científicos para su solución se consiguen de forma global, pero que nuestra clase política no está a la altura, y quieren dividirnos.

Qué parte de la película se perdieron señorías, ¿aquella en la que los ciudadanos les votamos para gobernar?, ¿la que les colocaron los ciudadanos con una exigua minoría para que se entendieran entre ustedes?, tal vez, ¿se perdieron aquella clase de matemáticas en las que machaconamente les decían que tres más tres son seis? Y, ahora quieren convencernos y enseñarnos que tres más tres son cuatro porque ustedes se quedan dos. Recuerden señorías que en una clase de historia hermanos y familias se acabaron matando entre sí por sus ideales, quizás no fueron… No és aixó companys, no és això
Señorías, señores políticos, el primer paso que deben dar es de prudencia y sentido común, el segundo es saber dialogar y llegar a acuerdos, el tercero tener claro que la reconstrucción empieza por uno mismo, por bajarse el sueldo, por remodelar las instituciones públicas, por evitar definitivamente duplicidades entre las diferentes comunidades e instituciones, por cerrar definitivamente el grifo a los cargos de libre disposición, reducir sensiblemente el tamaño de todos y cada uno de los estamentos públicos, y, si no son capaces de cumplir estas sencillas reglas váyanse a casa, que nadie les echara en falta.

Recuerden siempre quienes somos y de dónde vinimos, miren atrás y no olviden lo que nos enseñaron nuestros mayores antes de irse, no olviden nunca los políticos que tuvimos en la transición, los verdaderos políticos, aquellos que sabían, defendiendo sus ideales, llegar a acuerdos en beneficio de todos.

No queremos una guerra ni siquiera verbal entre hermanos, ya tuvimos una y acabamos mal, muy mal, no queremos más dictaduras, sean del color que sean, no queremos más rodillos parlamentarios, necesitamos reconstruir España, nuestros puestos de trabajo, nuestro país mayoritariamente establecido en los sectores primarios y secundarios y, una clase política digna de todos los ciudadanos. Ustedes van a solicitarnos más esfuerzos, van a subir impuestos, ya han comenzado los recortes, y no tardaran en subirse el sueldo, y nosotros queremos solicitarles que razonen y vuelvan al dialogo, y, que, si no son capaces de amoldar España a Europa dimitan, por nuestro bien, que renueven todas sus listas de España, comunidades y municipios, que pasen un solo día lo que está pasando la mayoría de los Españoles, y que no olviden 239228 casos y 27125 muertos reconocidos…….. I esperem, ben segur que esperem, és l’éspera dels que no ens aturarem fins que no calgui dir; no és això.

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