No estamos solos

Estimados señores y señoras que están viviendo solos, desde siempre, y ahora obligadamente por el confinamiento que estamos sufriendo todos. Me dirijo a ustedes porque la soledad ya les deja más que vulnerables y ahora mismo no pueden ni salir al parque ni intercambiar opiniones con sus amigos y vecinos, como hacía antes.
Disculpen que me atreva a darles varios consejos para que puedan aguantar favorablemente los que nos toque soportar sin compañía alguna. Si tiene plantas, las riega; busque esa bolsa o caja donde están todos sus recuerdos de fotos antiguas de su familia, marido, hijos, nietos, amigos y recuerde en cada uno de ellos todas las situaciones alegres, anécdotas, viajes; siempre cosas bonitas con todos ellos.
Si posee el servicio de Tele Asistencia de la Cruz Roja, debe llamar, aunque no tenga ninguna molestia física, pero le hablarán, le atenderán, le darán ánimos y siempre podrán contar con ellos para que le llamen cada cierto tiempo. Nunca se sentirá solo.
Si está en una situación casi insoportable al no poder hablar con nadie, atrévase y llame por teléfono al azar, dígale quién es, sin darle datos personales, explíquele que quiere hablar con alguien. Le harán caso, porque se supone que la otra persona también está sin salir, pero igual está en otras condiciones y está con sus hijos pequeños o mayores, pudiendo entablar varias charlas con todas ellas. Existen personas que permiten comprender y saber que no todos soportan la soledad, sobre todo, cuando no se conocen y no saben en qué grado de ansiedad está, por el simple hecho que sin conocerse, les ha llamado.
Existen estadísticas bastante actuales de que en nuestra ciudad existen alrededor de siete mil personas que viven solas. Hoy y ahora esas cifras me han dado pie a pensar en todos ellos, porque les diré sinceramente que las dos cosas que más me asustan en la vida son la mentira y la soledad. Por suerte estoy con mi mujer y mi hija y la soledad, aunque exista, es soportable, dejo la mentira porque ahora no viene al caso.
Sí que debemos dejar las crisis de pánico, de depresión; aunque sea agnóstico, recomiendo recen, hagan oraciones para que su propio ser respire tranquilo; piense con optimismo porque tiene comida, algún animalito de compañía, personas que la quieren y que pronto verá o puedes llamarle por teléfono siempre que quiera; no se quede en el sofá ni alargue sus siestas.
En cuanto todas las citas que tiene con su médico de cabecera o especialistas, sepa que todas están aplazadas, pero que le llamarán y tendrá nuevas citas para el próximo otoño y si son de más urgencia, le atenderán en La Fábrica el médico que esté de guardia.
Mi propósito en este texto es darles plena confianza de que no están ni se sientan solos, todo es creer que cuando existen pandemias, catástrofes, etc., la gente es verdaderamente solidaria. No tengan miedo de pensar que van a molestar a nadie. Pregunten, escuchen, lean, infórmense de toda esta situación tan extraordinaria que estamos viviendo y se dará cuenta que -aunque parezca una frase hecha- no estamos solos, se sentirá solo en casa, pero no salga para nada. Mandamiento fundamental para salir de esta crisis sanitaria mundial.
Como dice el poeta: “Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar; pasar haciendo camino, camino sobre la mar” Y esto pasará como un recuerdo imborrable, pero sabiendo que lo hemos podido contar y después, a otra cosa, mariposa.
Que tengan buen día, no salgan de casa y sepan que nunca estarán solos. Los alcoyanos somos así de solidarios.

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