Primeras actuaciones en la ladera de La Beniata

Se ha limpiado el muro de ailanto y retirado las piedras que habían caído

Primeras actuaciones en la ladera de la Beniata
El viernes se procedió a retirar las piedras que se habían caído tras el desprendimiento.

Tras el anuncio realizado por parte del Ayuntamiento de Alcoy, el pasado mes de septiembre, de su intención de reparar la ladera de La Beniata, de forma subsidiaria y provisional, ya se han llevado a cabo varias intervenciones al margen del proyecto que debe ser redactado y que incluye la actuación global en la citada zona.

Sobre este asunto, en la Junta de Gobierno de la pasada semana se aprobó el expediente de contratación de la redacción del proyecto para consolidar, puntualmente, la mencionada ladera.

El vicealcalde y concejal de Urbanismo, Jordi Martínez, señala que “ahora se deberán presentar empresas o gabinetes de ingeniería” al proceso, puesto que el objetivo, y según se ha detallado en el texto del expediente, es que sean empresas especializadas en laderas.

Asimismo, Martínez indica que, en base al planteamiento del Ayuntamiento, será redactado el proyecto, que concierne a un “trozo determinado” de la ladera de La Beniata.

Así, pese a que se trata de un “contrato abierto”, por lo que es más “simplificado”, hay unos tiempos que cumplir a nivel administrativo, hasta que las obras puedan ser licitadas y se pongan en marcha.

Según se aprecia desde el Ayuntamiento la actuación podría estar completada a principios del próximo año.

Cabe recordar que, según está estimado, el coste de la intervención oscila entre los 80.000 y 100.000 euros que serán sufragados por el consistorio alcoyano.

PRIMERAS ACTUACIONES
Al margen del proyecto, desde el Ayuntamiento ya se han llevado a cabo las primeras intervenciones en la ladera.

Según indica el vicealcalde, se ha comenzado por la limpieza del muro del primer tramo de ailanto –un árbol invasor–, puesto que “podría abrir algún tipo de grieta”.

Asimismo, el pasado viernes se procedió a la retirada de las piedras que se habían caído en el desprendimiento producido el pasado mes de abril a causa de las lluvias torrenciales, puesto que “no ejercían de contención”, y se encontraban en la zona en la que se aparcan vehículos.

Finalmente, la tercera actuación está relacionada con hacer un seguimiento del muro. “El ingeniero de caminos asegura que no corre peligro, pero los vecinos están preocupados. Así, vamos a instalar una especie de sensores que hacen lecturas cada 10-15 días, para comprobar si está habiendo movimientos”, detalla Martínez, quien añade que, “estamos comunicando estos pasos a los vecinos de la zona, y nuestra idea es hacer un seguimiento continuo”.

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