Un homenaje musical a la historia y la cultura

En el centenario de la Casa Carbonell

Un homenaje musical a la historia y la cultura
Marisa Blanes, junto al piano con el que ofreció un concierto en la Casa Carbonell.

En el corazón de la ciudad de Alicante, se erige majestuosa Casa Carbonell, un emblema ineludible que ha marcado el paisaje urbano durante un siglo. Este icónico edificio, obra del visionario empresario alcoyano Enrique Carbonell, ha sido testigo de evolución de la ciudad y albergado historias que han dado forma a la identidad de Alicante.

En conmemoración del que ahora se cumple su centenario, una velada extraordinaria fue organizada por la familia descendiente de Carbonell, destacando la especial dedicación de sus anfitriones Elsa y Brian. El evento no solo ofreció la oportunidad de apreciar la imponente arquitectura del edificio, sino que también brindó un espacio para celebrar una de las formas más sublimes de expresión humana: la música.

En un ambiente íntimo, rodeado de familiares y amigos cercanos, los asistentes tuvieron el privilegio de presenciar el talento excepcional de la pianista alcoyana Marisa Blanes. Este brillante concierto fue un tributo no solo a la historia del edificio, sino también al legado de Enrique Carbonell, un empresario visionario y amante de las artes, cuyo aprecio por la música trascendió generaciones, destacando a Enriqueta Carbonell, pianista e hija del empresario.

MARISA BLANES TOCÓ EL PIANO
La elección de Marisa Blanes como intérprete fue un absoluto acierto. Su maestría en el piano y su sensibilidad artística lograron capturar la esencia del evento. Con cada nota, Blanes transportó a los asistentes a través de un viaje emocional, guiándoles a través de las obras de compositores inmortales como Chopin, Listz, Beethoven, Falla, Albeniz, Halffter, Granados y Turina.

Entre los momentos más destacados de la velada se encontraba el momento en que Marisa Blanes hizo sonar el piano que una vez fue tocado y rubricado, por el legendario Arthur Rubinstein durante su visita a Alcoy. Esta conexión con la historia y la tradición musical añadió un aura de magia al concierto, recordándonos la importancia de preservar y honrar nuestro patrimonio cultural.

Sin embargo, más allá de la excelencia musical, lo que realmente hizo memorable esta velada fue la exquisita amabilidad y el trato recibido por parte de los anfitriones y de todos los involucrados en la organización del evento. Desde el momento en que los invitados cruzaron las puertas de Casa Carbonell, fueron recibidos con calidez y hospitalidad, creando un ambiente acogedor y familiar.

MUCHO MÁS QUE UN CONCIERTO
El concierto de Marisa Blanes en conmemoración del centenario de Casa Carbonell fue mucho más que un evento musical; fue un homenaje a la historia, la cultura y la hospitalidad. En un mundo cada vez más dominado por lo efímero, esta velada recordó la importancia de preservar y celebrar nuestros lugares y tradiciones más preciados. Que Casa Carbonell continúe siendo un faro de cultura y belleza durante muchos años más.

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