Con el pregón de Ignasi García se inicia la fiesta

El municipio de Benifallim inicia este próximo viernes las fiestas de la localidad, fiestas que celebra en honor a Sant Miquel y que mantienen la estructura habitual de los últimos años, señalan Jose Carlos Barrachina y Paco Doménech, alcalde y concejal de fiestas respectivamente.

Este año vuelven a sus fechas tradicionales, tras haber sido adelantadas el pasado año para anticipar unas obras. “Este año se ha hecho al contrario, las obras que estaban previstas se han adelantado, con el objetivo de que para el verano estuviesen todos los trabajos concluidos y no entorpeciese el desarrollo de las fiestas”, apunta Barrachina.

El programa de actos empieza este próximo viernes, como es tradicional, con el pregón. Será tras el pasacalle y recogida del pregonero por parte de la banda de música de Penáguila. En esta ocasión el encargado de dar el pistoletazo de salida a las fiestas con sus palabras será Ignasi García Miralles.

Las fiestas se prolongarán hasta el lunes 25, con un extenso programa de actos “que combina la tradición con los actos lúdicos y dirigidos a todos los públicos”. Destacan por su tradición y participación en la ofrenda de flores, que tendrá lugar el sábado, a las 20 horas. También son unas fiestas en las que destaca la convivencia entre los vecinos. “El dinar de germanor es uno de los actos más populares”, señalan las autoridades.

Las fiestas de Benifallim han sido tradicionalmente una de las más concurridas, por ser aquella que cerraba el calendario del verano. Ahora la afluencia no es tan grande como antaño, pero los festejos mantienen el atractivo que la ha caracterizado.

El presupuesto de las fiestas asciende aproximadamente a unos doce mil euros. “La mitad, aproximadamente, sale de las aportaciones de los propios vecinos, el resto se completa a través de las subvenciones de Diputación y el Ayuntamiento”, apuntan Precisamente el Ayuntamiento ha tenido que asumir este año la organización de los festejos. “En la mayoría de ocasiones se constituye una comisión de fiestas que, a través de iniciativas como la venta de lotería, montaje de barras y otras actividades recauda dinero y se encarga de todo lo relativo a la organización”.

Este año, sin embargo, no ha habido voluntarios. “Lo ideal es que surja gente, grupos de amigos –la responsabilidad solía recaer en los matrimonios del pueblo recién casados– pero en esta ocasión no ha podido ser”.

Lamenta el primer edil que no haya voluntarios, porque “en ocasiones se mezclan las cosas. Hay vecinos que, en ocasiones, por motivos diversos (obras, impuestos, etcétera) muestran su descontento con el ayuntamiento no colaborando con las fiestas –suele haber un donativo económico por unidad familiar– Y hay que saber separar, una cosa no tiene nada que ver con la otra. Solo cuando no hay comisión de fiestas el ayuntamiento asume la organización para que la tradición se mantenga”, aclara.

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