Concejales a tiempo parcial

Que los partidos políticos se han convertido en una especie de bolsa de trabajo para afines y gente de confianza, parece más que evidente a la vista de lo que está ocurriendo a la hora de fijarse remuneraciones, privilegios y prebendas. Pero que, además, en una especie de surrealista justificación, se conviertan en defensores de la precariedad laboral resulta jocosamente irónico.

Parece ser que en este reparto lo importante ya no es la calidad sino la cantidad de beneficiarios, de ahí que se está asumiendo como algo absolutamente normal y natural que haya concejales a tiempo parcial, o sea que cobran el 50 o el 75 por ciento del sueldo. Y lo mismo con los cargos de confianza o secretarios. Es la precariedad laboral llevada a la política.

En algunos momentos se ha llegado a cambalaches que en una empresa privada movilizarían a cualquier sindicato, como el que dos secretarios compartan sueldo en meses alternos, dándose de alta un mes sí y otro no. En otros casos se ha logrado negociar que el sueldo de un concejal se lo pague otro organismo para que así pueda acceder a cobrar del Ayuntamiento otro de la lista o que varios concejales se reduzcan el sueldo para que otro más pueda cobrar. A la hora de ajustar y repartirse sueldos da la sensación de que lo primero es a cuántos hay que contentar y luego ya se habilita el cómo. Urge un delegado sindical de los concejales.

Cuentan que el concejal de VOX, David Abad, ha comentado sorprendido que en su estreno de visita al Ayuntamiento lo primero que le pidieron fue el número del carnet de identidad y el número de la cuenta del Banco.

El reparto presentado inicialmente por el alcaldable Toni Francés parece que no ha contentado a Guanyar y Podemos al haberse quedado sin cargos de confianza. Y es lógico por el agravio comparativo que supone respecto a Ciudadanos y Compromís que, con el mismo número de concejales, sí que tendrán cargo de confianza. ¿Por qué esta predilección del señor Francés? Yo creo que es pura estrategia para cabrear a los de Guanyar y Podemos y recordarles que él ha conseguido votos para 12 concejales y ellos solo para dos.

Al final los socialistas lucirán su magnanimidad y repartirán panes y peces para tenerlos, si no contentos, al menos conformados. Los partidos políticos, en el fondo, saben que nada es eterno y que si ahora estás arriba mañana puedes estar debajo y no vale la pena arriesgarse a provocar rencores de largo recorrido.

Queda aún una semana para rebajar la tensión y en esto de los sueldos me da la espina que al final se apañarán aunque sea a tiempo parcial o precariedad laboral.
Otra cosa es que con todas estas actitudes sigan preguntándose algunos el por qué se distancia la gente de los políticos o el por qué aumenta la falta de confianza en ellos.
El próximo sábado se celebrará el pleno de constitución del nuevo ayuntamiento con los 14 nuevos concejales y los 11 repetidores. ¿Por qué se celebra este Pleno en sábado? Imagino que para que puedan asistir los familiares y amigos a lo que para los nuevos es un acto muy emocionante recibiendo la medalla de concejal. Es un día de fiesta. Después, el resto de plenos del año, ya se celebran a cualquier hora en día laboral porque la asistencia de público importa mucho menos.

Hubo un tiempo en el que los concejales no cobraban sueldo y los plenos, todos, se celebraban los sábados por la mañana que era cuando no trabajaban y podían dedicarle su tiempo libre a la política municipal. Y así nos lucía el pelo. Eran concejales florero. De aquella inoperancia franquista se ha pasado a este festival de colores en el que ya se puede ser concejal a tiempo parcial. Somos pendulares.

Lo cruel está cuando algunos, incluso a tiempo parcial como concejales, cobran muchísimo más que en su actividad profesional. Gente que fuera del Ayuntamiento nunca llegará a cobrar el sueldo que tienen como concejal. Y es cuando la política se convierte en un excelente negocio personal.

Y así nos va.

Ramón Climent Vaello, Periodista en reposo

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