El máster del Collao

Quien no estuvo el domingo en el Collao y vio ayer las crónicas de la prensa deportiva de Barcelona, pensó que el Barça B sufrió una encerrona de la que salió vivo de milagro. Afortundamente, su técnico Gerard López restó acidez a lo sucedido y puso algo de cordura porque lo único que sucedió fue que se vio un magnífico partido de Segunda B, cada equipo con su estilo, pero en ningún caso resultó un duelo agrio ni polémico. Es más, el propio entrenador del filial se encargó de dar un tirón de orejas a su central, que según desveló era reincidente, e imagino que no le gustaría tampoco nada que Gato marcara el gol de la victoria en la siguiente acción de que su equipo hubiera logrado el empate a dos.

Son jugadores a los que verlos tocar el balón fue una gozada a la que no estamos acostumbrados a ver en directo, a más de uno se notaba que la categoría se le quedaba pequeña por su enorme talento, pero que en el Collao vivieron un máster acelerado de lo que es una afición entregada con sus futbolistas, que juega y mete la pierna en cada acción, que vibra con sus goles y que lamenta cada ocasión perdida. Eso fue el Alcoyano el domingo, un equipo en el más amplio sentido de la palabra, un bloque con mayúsculas. Seguro que los chavales del Barça B se fueron con la lección aprendida.

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