El transportín, una herramienta educativa imprescindible

VANESA CARBONELL, Diéresis Animal

El transportín o caja transportadora es un recinto en forma de jaula, pudiendo ser de distintos materiales: hierro, plástico o incluso tela. A pesar de su mala fama en el mundo de los propietarios, el transportín es una herramienta educativa imprescindible a la hora de tener un perro.

Con una buena habituación y buen uso, podremos utilizarla como lugar de descanso del perro, como método de transporte, como casita, como recinto donde dormir en hoteles donde admiten perros, como método de educación en control de necesidades, para trabajar la ansiedad por separación y en un sinfín de ocasiones más.

A continuación, daremos una serie de pautas para, en primer lugar, elegir un transportín de forma adecuada:

– Los materiales deben ser resistentes y de buena calidad, ya sean metal, plástico o tela. En mi opinión, no hay uno mejor que otro. Los de metal suelen ser plegables y muy cómodos de transportar de un lugar a otro. Yo los utilizo para las esperas en los entrenamientos y para viajes con mis perros en los que dormimos en hoteles o albergues. Los de plástico los tengo en casa fijos y mis perros los usan como cama y como lugar de descanso. Cuando acude gente a mi casa hay una norma: si alguno de mis perros se mete en el transportín, hay que dejarlos tranquilos. Es una herramienta que tienen ellos para decir: “no quiero que me molesten”.

En cuanto a los de tela, todavía no he tenido ocasión de adquirir uno; pero me parecen ideales en cuanto a transporte –también se pliegan y el peso es mínimo.

– Tu perro debe poder darse la vuelta, sentarse y tumbarse de forma cómoda. Tiene que ser un espacio lo suficientemente grande para que estén cómodos, ya que en algunas situaciones deberán pasar varias horas dentro.

– En el caso de que vayas a utilizar el transportín para viajes en avión, debes asegurarte de que cumplan la normativa IATA. Yo en particular, vine con dos de mis perras desde argentina hace 3 años, por lo que tengo dos transportines de plástico homologas por esta normativa. Si solo vas a adquirir uno y tienes pensado viajar con tu mascota, no está de más que adquieras uno homologado por si acaso, el único inconveniente es que no son plegables por lo que a la hora de moverlo de un lugar a otro son más aparatosos.

Ahora daremos una serie de pautas sobre cómo comenzar la positivización del transportín:

· Convierte el interior del mismo en algo agradable colocando una camita cómoda, varios juguetes rellenos con comida atados al final del mismo, y felicítale cada vez que le veas entrar voluntariamente. Colócalo en lugares cercanos a donde vosotros descansáis en casa, por ejemplo, el sofá.

· Nunca cierres la puerta al inicio de los entrenamientos. Simplemente convierte el interior en algo atractivo y deja la puerta abierta.

· Nunca utilices el transportín como castigo. El transportín siempre ha de ser algo positivo y sin asociaciones negativas.

· No utilices el transportín para viajar en coche si tu perro todavía no está habituado a él, estarías sumando un estrés más al hecho de viajar en coche. Positiviza el transportín por un lado y el coche por otro, y cuando ya tengas los dos un poco trabajados por separado, júntalos.

· No utilices el transportín para llevar a tu perro al veterinario antes de haber terminado su positivización. Espera a que se convierta en algo positivo y puedas comenzar a generalizar los lugares a los que acude dentro de él.

· Cuando tu perro ya permanezca mucho tiempo dentro del transportín, comienza a pedirle esperas dentro de él y refuérzale con comida por ello. Procede de la misma forma cerrando y abriendo la puerta por tiempos y muy progresivamente, ¡y no olvides premiar los avances!

· Empieza a generalizar el uso del transportín en diferentes espacios. Llévalo a casa de amigos y/o familiares y pídele esperas dentro de él y sigue reforzando sus avances.

Y esto es todo lo que debemos saber sobre el transportín como herramienta educacional. Para cualquier consulta o sugerencia: dieresisanimal@gmail.com, también a través de Facebook o el blog de Diéresis Animal.

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