En Eibar no se olvidan de Diego Jiménez

Han pasado ya tres años de su adiós pero la huella de Diego Jiménez aún perdura en Ipurua. El centrocampista alcoyano dejó una ciudad en plena resaca por las celebraciones de su primer ascenso a Primera División, nada que ver con el Eibar actual, un club que en su segundo año en la máxima categoría del fútbol español a punto ha estado de lograr su primera clasificación para Europa.

Pese al gran salto dado por una entidad que hace nada se movía por el fango de la Segunda B, sus aficionados no olvidan a aquel mediocentro sin pelo, de piernas arqueadas y que con su entrega sobre el césped cautivó a una ciudad de menos de 30.000 habitantes por su cercanía y transparencia, totalmente alejado del arquetipo de futbolista que llegaba al País Vasco y le costaba conectar con la sociedad de aquella Comunidad.

A comienzos de semana, una delegación de la peña Eskozia La Brava, con su presidente Joseba Combarro al frente, se desplazó hasta nuestra ciudad. El punto de encuentro fue el Salón Montecarlo. A la cita también acudieron Mateo Moltó y Rufi Espinosa, dos integrantes de la peña que el Eibar tiene en Cocentaina, cuyos orígenes se remontan a las dos temporadas que estuvo Natxo Insa en Ipurua, donde jugó 57 partidos entre 2007 y 2009. “Fue toda una sorpresa y me hizo mucha ilusión”, ha explicado el jugador, quien no esperaba este homenaje. “Han pasado tres años y pese al tiempo transcurrido aún hay gente que se acuerda de mí y me siguen mandando mensajes. Fueron dos temporadas muy intensas. La ciudad vivió aquellos dos ascensos como algo extraordinario. A nivel personal fueron dos años inolvidables tanto en el plano deportivo como personal. Cuando me dijeron hace un par de semanas que tenían la intención de venir a hacerme este homenaje me llevé una gran alegría”.

Diego Jiménez fue uno de los jugadores más queridos de aquel equipo que marcó todo un hito en esta pequeña localidad a caballo entre Bilbao y San Sebastián. Hizo goles clave, especialmente se le recuerda el que marcó al Alcoyano en el encuentro de vuelta en Ipurua en el minuto 89 que supuso la clasificación para la segunda ronda del play-off de ascenso a Segunda de la temporada 12/13. En la siguiente eliminatoria dejaron fuera al Oviedo y en la final superaron a L’Hospitalet.

“No era fácil en una plantilla compuesta mayoritariamente por jugadores vascos ser el tercer capitán del equipo. El entrenador lo quiso y en el cuadro que me entregaron esta semana se puede ver en pequeño una foto como recibo el brazalete de manos de Arruabarrena, que era nuestro capitán. Es un detalles que me ha encantado”, apunta el centrocampista alcoyano. En el cuadro también se puede leer la inscripción #contigoempezotodo.

Joseba Combarro, en declaraciones al Diario Vasco, explicó sobre el homenaje que “teníamos una deuda pendiente con él porque cuando se subió a Primera en la temporada 13/14 tuvo que dejar el club al no contarse con sus servicios. Fue un jugador que dejó huella, no podíamos dejar pasar la ocasión, así que viajamos a Alcoy y estuvimos con él y su hijo Pablo. Su esposa no pudo estar porque no estaba trabajando. Fue un día maravilloso”.
La peña Eskozia La Braza había homenajeado con anterioridad a jugadores como Txema Añibarro y los técnicos Gaizka Garitano y José Luis Mendilibar.

Diego Jiménez, a pesar de sus 38 años, ha decidido seguir en activo. Ha fichado por el Castellonense, que ha diseñado un ambicioso proyecto deportivo con vistas a ascender a Tercera. Además del alcoyano ha fichado a dos viejos conocidos como el exblanquiazul Javi Selvas y Mendoza, ex del Olímpic. “Tenía previsto colgar las botas pero me llamó Abel Buades, que es el técnico, y me convenció para seguir otro año e intentar ayudarles en su intento por subir a Tercera. Hay un buen grupo humano para conseguir este reto”. Si Diego Jiménez lo consiguiese, podría hacer historia en el fútbol español y convertirse en el primer jugador en conseguir ascender a todas las categorías nacionales del fútbol español, desde Tercera a Primera.

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