Adriana Brownlee, la joven alpinista inglesa con genes alcoyanos que lleva escalados cuatro ochomil

Es hija de Eva Piñón, que hace dos décadas emigró a Londres

Cuando en junio del año pasado, Adriana Brownlee hizo cumbre en el Everest con apenas 20 años, llamando así la atención de la comunidad alpinista mundial por su juventud, esta inglesa con genes alcoyanos, hija de Eva Piñón, que hace más de dos décadas emigró a Londres con la intención de completar sus estudios, ya predijo que aquello solo era el principio, que se trataba de una simple toma de contacto, que iban a venir años muy intensos con la clara intención de seguir haciendo historia en el alpinismo mundial.

Entonces su felicidad no fue plena, porque el gobierno local prohibió salir al equipo Elite Exped, de la que formaba parte junto al reconocido alpinista nepalí Nirmal Purja “Nims”, por avalanchas y completar así la segunda parte de la expedición, que era la ascensión al Lhotse, la cuarta montaña más alta de la tierra. Ha pasado un año, han habido algunos cambios, pero no la ambición de Adriana Brownlee, Adri como cariñosamente le llama su madre, quien se ha propuesto alcanzar 14 ochomil en tres años y convertirse así en la mujer más joven del mundo en lograrlo.

De momento ya lleva siete cumbres completadas. El último pico del Nepal lo terminó el pasado fin de semana, consiguiendo además varios récords, puesto que Adri Brownlee se ha convertido en la alpinista más joven del mundo en escalar el Annapurna, considerada como una de las montañas más peligrosas de los 14 picos de 8.000 metros, y la mujer más joven de España e Inglaterra en conseguir culminar el Kanchenjunga, la tercera montaña más alta del mundo.

Con estas dos cimas, tiene ya completados siete ochomil: tres el año pasado con el Everest, Manaslu y Dhaulagiri, y cuatro en lo que llevamos de 2022. Aunque lo que hace más fascinante si cabe su hazaña es que las ha completado en apenas un mes. El pasado 28 hizo cumbre en el Annapurna, el 12 de mayo ascendió al Kanchenjunga, diez días después subió al Lhotse y en la madrugada del pasado sábado ascendía el Makalu, una auténtica catarata de hielo. Después de esta última ascensión, Brownlee tiene previsto regresar a Londres, hacer una parada rápida de unos pocos días en casa, para luego volar a Francia y dar allí una conferencia, paso previo a tomar otro vuelo que le lleve a finales de este mes hasta Pakistan para afrontar las ascensiones del K2, Broad Peak y el temido Nanga Parbat.

A diferencia de la ascensión al Everest del año pasado, una expedición más comercial junto a Nirmal Purja “Nims”, conocido también por ser el protagonista del exitoso documental de Netflix “14 Peaks: Nothing Is Impossible”, en este 2022 ha cambiado de equipo y está completando la segunda parte de su proyecto de hacer cumbre en 14 ochomil con Gelje Sherpa. Junto a él ha realizado las cuatro últimas ascensiones, abriendo de paso camino para que otras expediciones subieran siguiéndoles. En la Annapurna, una de las montañas más peligrosas de los 14 ochomil, se les sumó Pasang, que se encargó de poner las cuerdas, mientras Adriana Brownlee estuvo en todo momento con ellos camino hacia la cima.
“Lo más admirable de Adri”, según confiesa su madre Eva Piñón, “es su humildad, tenacidad y no querer en ningún momento tener protagonismo en su aventura, admirando el trabajo de los sherpas que sin ellos nada de esto sería posible. Tiene una relación muy estrecha con la comunidad sherpa, hasta el punto de aprender hablar nepalí para poder integrarse mejor en su mundo”, añade.

La motivación y el amor por el alpinismo de Adri Brownlee está fuera de toda duda. Los médicos aseguran que el cuerpo humano tarda seis meses en recuperarse de una escalada al Everest. Ella acaba de escalar dos de los picos más peligrosos del mundo en apenas dos semanas, lo que constituyen un gran desafío fisiológico. “Supongo que ser joven tiene muchos aspectos positivos, incluida una recuperación rápida”, ha asegurado la montañera.

Cuenta la joven inglesa que donde peor lo pasó fue en la ascensión al Dhaulagiri debido al mal tiempo, con mucha nieve y atascados a 6.500 metros de altitud durante cinco noches. En la cima del Kanchenjunga estuvieron sentados y abrazados durante media hora, recreándose con las impresionantes vista y feliz junto a Gelje Sherpa por el éxito alcanzado. Los trajes de plumas estaba congelados debido a la condensación de las máscaras de oxígeno. Lo peor fueron los últimos 200 metros al ser todo roca.

De vuelta a casa en mitad del verano, su siguiente parada será otra vez Pakistan para ascender en otoño el Cho Oyu, lo que debe ser el octavo ochomil y once en total. Adri Brownlee es hija de Eva Piñón, quien en 1999 decidió completar sus estudios en Londres. Lo que iba a ser una estancia de medio año, terminó alargándose un ño y son más de dos décadas en una de las metrópolis mundiales.

Fue el padre y marido de Eva, un enamorado de la montaña, quien a aficionó a la pequeña Adri a este mundo, convirtiéndose a una edad muy temprana en la alpinista más joven del Reino Unido en ascender tres picos en menos de 24 horas. Fue en 2017, cuando la joven inglesa comenzó a experimentar en altitud y acompañado de su padre, escaló el monte Elbrus (5.642 metros), el Kilimanjaro (4.809) y el Aconcagua (6.962), los tres antes de cumplir los 18 años.

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