Hermanos podio

Empezaron cada uno por su cuenta pero los buenos resultados de uno motivaron al otro a regresar y la fuerza con la que han arrancado la nueva temporada empieza a despertar admiración dentro del selectivo mundo del culturismo a nivel competitivo en nuestra Comunidad, que ya comienza a llamarles como los hermanos podio por su facilidad para acumular medallas y puestos de privilegio en las competiciones a las que acuden.

Manolo, el mayor de 47 años, habla con orgullo de su hermano pequeño, Pedro, que tiene 30, que en su vuelta a la competición incluso le ha superado en algunos campeonatos. “Yo llevo tres terceros puestos y él dos terceros y un segundo”, asegura. Fue precisamente Pedro quien le metió el gusanillo de la competición, pero él decidió descansar y Manolo decidió recoger el testigo dentro de la familia. “Fue una casualidad, un día mi hermano fue a Valencia a ver a su entrenador, se me quedó mirando y vio mi constitución, me preguntó si quería competir y aquí estoy. Me fichó enseguida y este es mi cuarto año”, cuenta Manolo, que ya es abuelo.

Desde entonces no ha parado en busca de un sueño: quiere ser el mejor de España en su categoría. De momento ya ha dado un primer paso, y vive por y para el culturismo. “Tengo un entrenador, Julio Portet, que me está llevando por el buen camino. Acabo de clasificarme para el Campeonato de España que se disputará a finales de junio en Sevilla, también me gustaría ir a Santurce donde se disputa la Classic Máster y en septiembre competir en la Arnold Schwarzenegger que se celebra en Barcelona y poderme hacer una foto con él”, confiesa.

Su gran secreto es una genética privilegiada para el culturismo que le permite conseguir mejores resultados con menos entrenamiento. Otros tienen que recurrir a desconexiones para soportar la gran carga de sacrificio que supone estar en el primer escalón de este deporte. “Estoy compitiendo frente a rivales con cuatro e incluso cinco kilos más de peso que el mío y haciendo podios. Tengo un cuerpo privilegiado que me permite fibrar o muscular con una facilidad tremenda, algo que otros necesitan meses o años yo lo puedo conseguir en semanas. De ahí mi ilusión por ser campeón de España o ganar competiciones de Classic, que es la talla estándar en España”, subraya.

De momento no le ha ido nada mal este invierno donde ha conseguido ser tercero en la Copa de Valencia, en el Trofeo Costa Blanca y en el Copa IFA Verónica Gallego. “Mi compromiso con el culturismo es total, quiero vivir de este deporte y de momento lo estoy consiguiendo. Soy una persona que transmite mucho a la hora de competir. Estoy aún en proceso de aprendizaje, mi llegada a este mundo es relativamente reciente, pero cada vez me siento más cómodo y estoy más enganchado. La gente piensa que salir al escenario y hacer una coreografía es algo fácil, cuando esos diez o quince minutos que estás delante de la mirada de jueces y público lo estás dando todo y equivalen a dos días de un entrenamiento brutal. Rara es la competición que no acabas con agujetas y destrozado física y mentalmente”.

Manolo Hervás destaca su espalda como una de sus bazas a la hora de competir. “Es uno de mis fuertes por la calidad de mis músculos y su simetría, pero también tengo un buen perfil, tríceps, abdomen… Se habla de culturismo y enseguida nos relacionan con el tema de los anabolizantes y no todo es así. Hay de todo, pero sabes que adentrarte en ese mundo tiene unas consecuencias y unos efectos. Personalmente he tirado por la vía natural, con mucho trabajo detrás, que es lo que al final acaba dando resultados y lo que te permite estar orgulloso de lo que haces. Solo hay que ver mi cuerpo y compararlo con otros exageradamente voluminosos de más de un centenar de kilos definidos a base de ayudas extras”.

Send this to a friend