“La montaña siempre manda”

Lorena Padilla y Natxo Gómez volvieron hace poco de su aventura como alpinistas. Tras haber intentado coronar el Pico Lenin, una montaña de más de 7.134 metros de altitud, situada en la frontera entre Kirguistán y Tayikistán, ambos deportistas alcoyanos han regresado a nuestra ciudad, después de haber dado por finalizada su expedición.

El proyecto de enfrentarse a esta montaña surgió en diciembre de la mano de Natxo Gómez, que encontró su pasión por el alpinismo en el Centre Excursionista de Alcoy. Seguidamente, Gómez convenció a Padilla para hacer esta expedición. “Un día me encontré a Natxo saliendo del gimnasio y, como él sabía que había practicado alpinismo alguna vez, me propuso acompañarle. A mí me pareció algo muy llamativo y una oportunidad para auto superarme”, nos explicaba la montañista.

A pesar de haber vivido experiencias similares en cordilleras europeas, tuvieron que prepararse físicamente. Uno de los ejercicios que hicieron fue una preparación con hipoxia, que consiste en un entrenamiento con una reducción de oxígeno para prevenir el mal de altura. Los dos alpinistas aseguran estar muy agradecidos con el Complejo Deportivo Municipal Eduardo Latorre que les ayudó en su entrenamiento.

Según nos han contado Padilla y Gómez, para poder realizar la expedición tuvieron que contratar un seguro y los servicios de una compañía que les ofreció el montaje de tiendas de altura a varios niveles: campo base (3.600m), campo 1 (4.400m), campo 2 (5.300m) y campo 3 (6.100m) y el servicio de un guía ruso.

Una vez llegaron a los pies de esta montaña, iniciaron un proceso de aclimatación que duró 10 días, en los que subieron dos picos de 4.800 y 5.200 metros, así como una subida de campo 1 a campo 3 para volver a descender a campo 1, de nuevo.

A tan altas altitudes, estos dos alpinistas alcoyanos empezaron a percibir la bajada del nivel de oxígeno. “La respiración se reduce muchísimo, sobre todo durmiendo cuando, al estar inconsciente, no puedes controlar tu respiración y tienes una sensación de ahogo”, nos explicaban Gómez y Padilla.

Aunque las previsiones eran buenas, el tiempo también les jugó una mala pasada. Nevó y llovió casi todos los días de la expedición de forma intermitente, así que solo pudieron seguir el plan previsto los días de la aclimatación.

A esto hay que sumarle la enfermedad a la que tuvo que enfrentarse Lorena Padilla, que en campo 2 empezó a subirle la fiebre por lo que tuvo que descender rápidamente hasta campo 1. Según nos contaba la deportista, “aquella noche tuve un debate interno, mi mente me decía que siguiera con el ascenso, pero mi cuerpo no podía continuar y a esas altitudes los rescates son impracticables”.

Más tarde, ellos mismos vieron lo mortal que puede llegar a ser la montaña. “Nos llamaron de campo 2 a nuestro campo 1 por radio pidiendo un rescate. Tuvimos que cargar una camilla y bajarla más de 1.000 metros atravesando todas las grietas que fuimos encontrándonos”, nos explicaba Natxo Gómez sobre su participación en el rescate de un alpinista ucraniano que, debido al mal de altura, había sufrido un edema cerebral.

El último intento de coronar el Pico Lenin lo realizó Natxo Gómez en solitario y confesaba que “fue un ascenso inesperado. Nos quedaba poco tiempo, así que subimos un campo por día. Pasado campo 3, a 6.300 m, empecé a encontrarme mal, le dije al guía que me quería volver y bajamos de campo 3 a campo base en un día”.

En campo base, al encontrarse los dos alpinistas alcoyanos, decidieron dar por finalizada la expedición habiendo dado todo de sí mismos. “Al final, la montaña siempre manda y no importa lo preparado o no que estés”, nos decía Lorena Padilla.

A pesar de no haber alcanzado la cumbre, ambos montañistas valoran positivamente la expedición. Pudieron conocer la cultura de los kirguís (etnia proveniente de Kirguistán), que tienen un modo de vida completamente diferente, aprender sobre otros tipos de alpinismo que allí encontraron y vivir una experiencia que les ha hecho crecer como deportistas.

En un futuro, no descartan realizar expediciones similares por cordilleras europeas. Sin embargo, ven muy improbable intentar ascender al Pico Lenin, de nuevo.

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