Las basuras siguen oliendo mal

Hace años escribí sobre las basuras. Si entonces titulé el comentario publicado en el extinto periódico CIUDAD que las basuras olían mal, ahora, con el tiempo, me parece que los residuos urbanos sólidos hoy aún huelen peor. El gobierno municipal que preside el alcalde socialista Antonio Francés este año nos ha subido a quienes vivimos en este pueblo el recibo anual de la recogida de basuras. Nada menos que más del 16%. Y la gente se ha cabreado. Con razón. El aumento de la presión fiscal y de toda clase de servicios que sufren desde hace dos años las clases medias y bajas españolas es casi insoportable.

Con el tema de las basuras el alcalde socialista José Sanus, que dicho de paso y sin ánimos de molestar fue el mejor alcalde que tuvo Alcoy en el siglo XX, ya quiso solucionar un problema que conforme pasen los años se agudizará, sobre todo cuando los vertederos actuales se agoten. Desde que cerramos el vertedero del Barranc del Pobre (Cotes Baixes) hemos llevado las basuras a Villena, Campello y ahora a Xixona. Sanus, con visión de futuro, pretendió crear una planta de tratamientos de basuras al comienzo de la década de los años noventa del siglo pasado en Polop, en el límite de nuestro término municipal con Banyeres, a más de diez quilómetros de ambas poblaciones. Independientemente del ahorro para las arcas municipales que esto significaba, de inicio la planta se abriría con diez o doce puestos de trabajo fijo.

El alcalde Sanus sufrió una campaña perfectamente organizada por parte de los residentes o veraneantes de las partidas de Polop, Barxell, Baradello y hasta Sargento. El follón fue grande y la demagogia que se derramó en los medios de comunicación faltaba de forma clamorosa a la verdad pero Pepe Sanus plegó velas, retiró el proyecto y los alcoyanos todos continuamos pagando los recibos de la recogida de basuras cada año más elevados.
El Partido Popular, en los diez años que gobernó a principios de este siglo construyó una planta de transferencia de basuras, proyecto positivo pero lo hizo tan mal que los jueces la cerraron. La ubicaron cerca del casco urbano y encima ¡la inauguran a bombo y platillo!. Esperaban alcanzar réditos electorales. Hubo quienes criticaron entonces al PP pero estos ciudadanos deberían saber, más aún si tienen cierta edad, que la ultranacionalista derecha española ha considerado siempre a España como algo propio por eso sus seguidores se trastornan cuando los nacionalismos periféricos exigen la independencia. Y si en democracia la derecha consigue en las urnas la mayoría absoluta, saben que nadie les puede parar legalmente.
(Algunas personas comparan con otras ciudades el coste de la recogida de basuras. Un servidor desconoce lo que pagan en otros pueblos pero tengo casa en Gandía y el alcalde de esta ciudad, Arturo Torró, del PP, que gobierna con mayoría absoluta, este año ha subido los impuestos y tasas municipales “sólo” el 50%. Basuras, aguas, circulación, vados… todo ha aumentado sus costes anuales. Claro que el alcalde gandiá para difuminar el tremendo impacto económico que eso significa para las clases media y bajas de la Ciudad Ducal y para su turismo residencial ¡ha dividido los recibos en dos pagos¡. Sólo un ejemplo: un servidor pagó el año pasado 77 euros por las basuras. Este año, en mayo pagué el primer recibo por 54 euros y en noviembre me pasarán el segundo recibo por la recogida de basuras, aún no sé por cuántos euros).

La clase política en general debería comprender que la ciudadanía, que cada año es más pobre, está de sus políticos hasta el gorro. Pero lo más sangrante es que todos cobran y viven de nuestros impuestos. Puestos a ahorrarle dinero al erario público ¿porqué el gobierno del PP no privatiza también a los políticos?.

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