Nico Terol tiene un nuevo aliciente en Brno

Jet lag es una expresión muy común que los miembros del contingente mundialista no tienen la ocasión de contemplar. Sin tiempo siquiera para bostezar, por las horas perdidas de sueño en el traslado desde Estados Unidos a Europa, el Continental Circus se dirige ya hacia el circuito de Brno para la décima función de la temporada de Moto2, el GP de la República Checa. El primer trío de carreras consecutivas del año sigue su curso natural, y los pilotos de la categoría intermedia se enfrentarán no solo al cansancio, sino a dos circuitos diametralmente opuestos. El de Indianápolis, llano, rápido, y con una superficie infame, eso sí, centenario y legendario por sus 500 Millas. El de Brno, una maravilla para los sentidos. Enclavado en un bosque tan frondoso que sus curvas se pierden en la espesura, y resulta complicado divisar la mejor trayectoria en su entramado de toboganes. La ronda americana mostró que el pulso entre Redding y Espargaró sigue muy vivo, pero también que no pueden despistarse porque los rivales vienen empujando fuerte y les podrían robar la cartera.

Los pilotos Mapfre Aspar viajan ya hacia Europa, deseosos de que arranque el GP de la República Checa. Nico Terol completó una labor inefable durante todo el fin de semana, siempre en busca de un buen ritmo, y peleando por puestos de cabeza. Solo un problema estomacal le privó de aspirar al podio. De modo que se confirma como uno de los hombres potentes de la categoría intermedia. El próximo domingo en Brno tratará de resarcirse, y subir al podio en un circuito que le encanta. La última vez que lo hizo fue en 2010, al ganar en 125.

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