No lo puedo olvidar

Trescientos agentes culturales se dan cita estos días en la ciudad para asistir a esa función que mantendrá a Alcoy con el telón levantado durante siete días, en una especie de feria de las artes escénicas que convierte a la ciudad en el referente del teatro autonómico e incluso del estado español. La XXVI edición de la Mostra de Teatre llena estos días los escenarios y las calles de gente de la farándula y son muchos los que hablan maravillas de este encuentro profesional del que, sin lugar a dudas, los que menos le damos el verdadero valor que tiene somos los propios alcoyanos.

Me lo decía, con toda la pena, un perfecto conocedor de este mundillo, mientras apuraba sin respiro en un bar del Centro, un café camino de la próxima función. Se lamentaba, digo, de que la obra inaugural, un montaje galardonado en los premios Max, haya tenido una afluencia de espectadores que, para nada, se ajusta a la envergadura y categoría del espectáculo.

Somos muy dados a envidiar al vecino, a despotricar de la falta de una programación de nivel, de espectáculos, conciertos y obras de teatro como la que ofrecen a unos pocos kilómetros de aquí. Pero luego dejamos pasar oportunidades como las que nos ofrece la Mostra de Teatre. Obras que, a buen seguro, son más apreciadas vistas sobre tablas lejanas. No tenemos remedio.

Tampoco lo tienen en Plaza de España, 1. El lunes allí se debatieron temas mil, a cual más inverosímil. En un pleno, por cierto, en el que debió haberse abordado el Plan General de Ordenación Urbana. No se abordó porque el documento no iba a encontrar apoyo necesario para su aprobación. Da la sensación que el gobierno olvida con demasiada frecuencia que está en minoría, por mucho que el alcalde, Toni Francés, afirme que dicha opción, la de gobernar en minoría y buscar el consenso, es la mejor decisión que han tomado. Pero se les olvida.

No van a olvidar este domingo dos paisanos: Juli y Tomás. El primero es futbolista y logró, con el Alavés, el ascenso Primera. El otro, es el niño que ha sido elegido Sant Jordiet y que se estreno como tal en un acto oficial. Aunque lo que lo que no puedo olvidar es que Cáritas ofreció ayuda el año pasado a 1.597 personas. Y un tercio lleva más de dos años que no tiene ni para comer.

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