Paco Moral, un romántico del fútbol local

A finales de noviembre se reconocía la trayectoria de todo un histórico del fútbol local. El Centre d’Esports, en su anual Gala de L’Esport, entregaba a Paco Moral Bravo un cuadro en el que quedaban condensados más de cuatro décadas de su vida, 44 años dedicados a una misma entidad, el CF Pista, en el que comenzó con 18 años como jugador y lleva desde 1990 de presidente.

Su visión casi romántica del deporte le hacen formar parte de una especie casi en vías de extinción con su inalterable fidelidad a un mismo escudo y pasión por un grande venido a menos como el fútbol local. Paco Moral Bravo acumula más de cuatro décadas en el CF Pista, uno de los clubes emblemáticos de este colectivo, en la que comenzó como jugador recién cumplida su mayoría de edad y al que sigue vinculado 44 años después como presidente, cargo al que llegó en 1990 tras cuatro años en su banquillo.

Fue el presidente del 50 Aniversario y lleva camino de repetir en los actos de los 75 años de su fundación, que se cumplen en 2017, celebración para la que está preparando un libro recopilatorio de lo que han sido esas siete décadas y media, que mezclará con datos de la historia del fútbol local, su otra gran pasión, colectivo del que ha sido uno de sus dirigentes más activos y reivindicativos.

Haber vivido los años de esplendor y su posterior decadencia le hacen tener una visión amplia y también crítica de quien ha sido históricamente el motor del deporte en nuestra ciudad y que ahora vive sus momentos más bajos con la masiva emigración de los equipos hacia las ligas regionales.

–¿Cómo fueron tus inicios?

–Bastante complicados porque con 15 años, al poco de ponerme a trabajar, me corté el tendón de Aquiles y estuve a punto de quedarme cojo. Me gustaba mucho jugar en la calle. Recuerdo que muchas veces me juntaba con Miravalles y Casanova, que luego jugó en Primera División. Empecé en el Sagrado Corazón en una Segunda Categoría con dos grupos. Entonces no existía el fútbol sala y el campo del Bellavista era mítico por el ambiente que se generaba. A finales de los 70, con el fútbol local en pleno auge, recuerdo que se creó hasta una Tercera Categoría. Luego apareció el fútbol sala y a mediados de los 80 empezó el declive del fútbol local.

–¿Cuándo llegas al Pista?

–Al año siguiente, en la temporada 72/73, con 18 años. Estuve hasta la 84/85. Lo dejé con 31 años. Una temporada antes habíamos bajado a Segunda y al año siguiente logramos subir tras una gran campaña. Hicimos más de 160 goles y varios rivales ni quisieron presentarse ante nosotros. Subimos a Primera y lo dejé. Pasé a ser entrenador, entre 1986 y 1990, los dos primeros años compaginando el banquillo con jugar en el Licores Sinc de fútbol sala. Era centrocampista, aunque menos portero, he jugado de todo. Quien luego fue mi suego y entonces era el entrenador del Pista me decía que era una ‘cabrita loca’. Yo le decía que jugando al lado de Padilla, Puerto, Ripoll o Julio García, que había pasado por el Alcoyano, alguien tenía que hacer el trabajo sucio y correr todo el rato, porque entonces se jugaba con tres centrocampistas.

–¿No llegaste a ser campeón con el Pista al que entonces se le conocía como el Real Madrid del fútbol local?

–Lo decían porque los grandes años del Pista, que llegó a ganar siete títulos locales consecutivos, coincidió con la época gloriosa del Madrid de Di Stéfano. Eran los años 50 y 60, luego en los 70 fue el Independiente quien cogió el testigo. Hacía lo mismo que el Pista, se reforzaba con los jugadores que dejaba el Alcoyano. Creo recordar que llegamos a ser tres veces subcampeones. Una liga la tengo especialmente grabada en la memoria porque hasta cinco equipos llegamos con posibilidades de alzarnos con el título. Quizás ha sido uno de los campeonatos más competidos. Fue la primera que ganó el CDC y ambos nos enfrentamos en la última jornada. El empate era suficiente y perdimos 1-0 un partido que pudimos ganar por bastante diferencia de goles. Pasamos de poder terminar primeros a acabar esa liga quintos. En aquella época había una calidad tremenda con jugadores que perfectamente podían hacerlo en equipos de regional. De hecho, al no ser una liga federada, muchos jugaban en el fútbol local y en equipos de la zona.

–Dejas el fútbol, también los banquillos y te adentras en la aventura de presidir el club en 1990, dos años antes del 50 Aniversario.

–Llegué a la presidencia para trabajar por el Pista, pero también por el fútbol local, siempre me he considerado un gran apasionado del deporte amateur. He sido una persona muy inquieta que gustaba ser crítico pero aportando ideas. El 50 Aniversario es uno de los recuerdos más gratos que sigo teniendo desde que soy presidente. Salió muy bien, la gente del club aún lo recuerda, organizamos varios torneos, no solo de fútbol, también de fútbol sala, ajedrez, baloncesto, tenis mesa… Tuve la ayuda de Eduardo Latorre, que me abrió muchas puertas. La clausura fue un partido de veteranos en el Collao contra el Alcoyano, en el que logramos juntar a cracks de entonces como Miguel, Pancho, Rojo, Miguelín, Cambra o Pepillo, recientemente fallecido.

–De siempre te has distinguido por querer aportar ideas en beneficio del fútbol local.

–Soy más de trabajar que de hablar. Hubo un momento que el fútbol local atravesó una época complicada. Como ahora el fútbol sala le estaba comiendo cada vez más el terreno, la Federación y el Ayuntamiento iba cada uno por su lado y quedábamos los clubes, que lo único que hacíamos era pagar y las instalaciones no eran ni por asomo las actuales. Había que ilusionar otra vez y pensé que las 24 Horas podían ser un buen escaparate. Eran sus inicios, el balonesto y el fútbol sala habían tenido una gran aceptación, por lo que hablamos de que el fútbol tuviera también su representanción, ya que por entonces solo participaban los juveniles. Yo fuí uno de los promotores de la primera participación en 1987 con 17 equipos. También participé activamente en la creación del Trofeo Ciudad de Alcoy, hoy desaparecido, que se jugaba en Navidad. Fuí de los que hablé con Juan Campos, entonces presidente del Alcoyano, para que los juveniles e infantiles entraran en el Relámpago.

–Desde tu experiencia, ¿cómo ves el fútbol local?

–Han habido épocas malas, pero ninguna como la actual, necesita de un replanteamiento o de lo contrario va abocado a la desaparición. Ese afán por querer ser más que el otro lo está complicando todo. Necesitamos unirnos otra vez y crear una competición fuerte y atractiva. La Federación y el Ayuntamiento también nos tiene que ayudar y no preocuparse solo de tramitar fichas o carnets. No hace muchos los equipos de la zona venían a jugar con nosotros. Esa cuerda se rompió por el egoismo de no querer jugar fuera cuando tocaba hacerlo de visitante. Tengo la esperanza de que esto cambie. Los equipos empiezan a darse cuenta y hay opiniones contrarias, sobre todo de colegios, puesto que todo el peso recae sobre los padres y no todos pueden asumir el esfuerzo tanto económico como de tener que desplazarse cada dos semanas.

–¿Y en cuanto al reconocimiento por tu trayectoria?

–Muy contento y tremendamente orgulloso de que se acordarán de mí. Hago extensivo este reconocimiento a todos los dirigentes de antes y de ahora que siguen creyendo en el fútbol local. También, por supuesto, a la familia. Ahora mi ilusión es el 75 Aniversario, pero yo solo no puedo y espero la ayuda y el apoyo del club.

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