Por el mismo camino

Ala Fira no vages si no tens diners”. Cierto. Pero no lo es menos que si los molt honorables presidents de la Generalitat no han acudido a la Fira de Tots Sants en veinte años no ha sido, precisamente, por falta de dinero, sino de ganas. Vamos, de darle el reconocimiento a un certamen que es todo un referente y la satisfacción a una población a la que, dicen, los peperos no le tienen gran aprecio. Y seguro que nada tiene que ver en ello que la tierra de Paquito el Chocolatero haya sido gobernada siempre por los socialistas. Es pura coincidencia. Ximo Puig, socialista él, acabó el viernes con ese agravio y se dio un paseo de multitudes, nunca mejor dicho, entre mulas mecánicas, tenderetes y artilugios mil. Fue bien recibido. Alberto Fabra, que se pasó por la feria en visita no oficial un año antes no puede decir lo mismo. Le cayó la del pulpo.

Donde no parece que ha habido tan buen rollito es en la visita a Alcoy del conseller de Economía Sostenible, Rafa Climent. Al exalcalde de Muro los periodistas tuvieron la mala idea de preguntarle por Alcoinnova, esa patata caliente, marrón, manzana envenenada -reemplacen todo lo anterior por putada– que el PP le ha dejado al nuevo Gobierno de la Generalitat y al Ayuntamiento de Alcoy en forma de proyecto innovador y generador de empleo. Climent insta al Ayuntamiento a que “sea coherente y deje de excusarse en otros. Que decida lo que quiere hacer”, ha dicho en formato recadito. El alcalde, Toni Francés, recuerda que al Ayuntamiento le quitaron todas las competencias en el asunto y que su único cometido será tramitar la licencia, si la documentación está en regla. Y la van a mirar no con lupa, con escáner, por si falta un sello, o una coma. O lo que sea. Todo por no pasar a la posteridad como el firmante del proyecto de un parque empresarial en La Canal. Que eso aquí a la izquierda y sus acólitos suena a sacrilegio.

Y sacrilegio sería que la Generalitat no arreglase el desaguisado que un día dejaron otros –otra patata caliente– con el edificio de los juzgados. El nuevo y el viejo. Ayer la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, vino a la ciudad para decir lo que todos sabemos. Que el viejo inmueble no reúne condiciones y que por el nuevo habrá que pagar. No sé, no sé. Veinte años ha tardado un president en acudir oficialmente a la Fira. Lo de los juzgados va por ese camino.

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