Quiero ser árbitro

Siempre se ha dicho que un árbitro era un futbolista frustrado que veía en el arbitraje la manera de ver alcanzados alguno de sus sueños de niño con un balón en los pies. Sin embargo, ese pensamiento ha cambiado para mejor y la figura del trencilla –no solo en el mundo del fútbol sino en la mayoría de deportes–, ha evolucionado hacia el respeto y la consideración y hoy en día un colegiado tiene una formación casi paralela a la de un jugador de fútbol, a muy temprana edad y con una preparación específica y cada vez más exhaustiva, incluso hasta intelectualmente por encima de un futbolista que por regla general prefiere sacrificar una carrera universitaria por ser profesional.

A nivel local, el pasado fin de semana un grupo de quince chavales –entre los que había tres chicas como gran novedad–, dirigieron sus primeros partidos de forma oficial tras haber superado las pruebas técnicas y físicas de un curso que comenzó tras el verano.
Por número son la quinta de nuevos árbitros más numerosa en mucho tiempo, de lo que dice mucho lo que representa en estos tiempos ser árbitro. “Ha sido una agradable sorpresa”, confiesa Mario Santacreu, presidente de la Associació Àrbitres Alcoi, “tras unos años en los que nos habíamos estancado e incluso bajado el número de árbitros en la delegación entre algunas jubilaciones y otros que lo han dejado porque se han tenido que marchar fuera a trabajar o a estudiar. En los últimos cursillos no pasábamos de dos o tres aspirantes y empezaba a ser preocupante”.

De esta nueva generación de colegiados que el pasado fin de semana daba sus primeros pasos, llama la atención que tres de los quince árbitros en prácticas son chicas. Se trata de Olga Ruiz, Patricia Vicens y Vanessa Bañuls, quienes quince años después recogen el testigo dejado por la primera árbitro del fútbol local, si bien es cierto que estuvo en activo solo unos meses y lo acabó dejando poco después por motivos de trabajo.

Las tres llegan al arbitraje en un momento en el que el fútbol femenino está en claro auge y actualmente la Primera División de la liga española está dirigida exclusivamente por árbitras. De hecho, el pasado 10 de septiembre Bibiana Steinhaus se convirtió en la primera árbitra en dirigir en la Bundesliga un partido de la máxima categoría en una gran liga europea.

60 ÁRBITROS LOCALES

En el comité valenciano habrá unas 60 árbitras, de las cuales 18 están en la provincia y ahora hay tres en nuestra ciudad. Como compañeros de generación están Juan Miguel Vidal, Nahuel Lazzari, Kike Seserino, Edgar Doménech, Lluís Carbonell, Vanessa Bañuls, Andreu Pardes, Marco Antonio Barrull, Borja Solís, José Mª Palacios, Ramón Hurtado, Jordi Domínguez y Mario Martínez.

La delegación en Alcoy del Comité de Árbitros Valencianos se creó hace veintitrés años, en 1994. Actualmente lo integran 60 colegiados que dirigen un total de 120 partidos semanales, abarcando todo el norte de la provincia de Alicante y el sur de Valencia. Cuenta con dos colegiados profesionales, el murero Saúl Aís, que dirige en Segunda División y el alcoyano Rubén Porras, árbitro asistente o juez de línea también en la división de plata.

Además en Tercera tiene a dos árbitros principales –Joan Silvestre y Víctor Moreno- y dos auxiliares –Yoshua Vicedo y Xavier Palop-, así como uno en Regional Preferente, seis en Primera Regional, siete en Segunda Regional y veintidós en fútbol base.

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