Tiempo de pactar

Pasó la gran movida electoral del domingo y según han manifestado las urnas, ha llegado el tiempo de pactar. Aunque el PP fue el partido más votado a nivel nacional, la suma de todos los partidos escorados hacia el centro-izquierda consiguieron más apoyos ciudadanos por lo tanto, es tiempo de pactar, de abandonar dogmatismos y protagonismos en beneficio de acuerdos que permitan gobernar un país cuya historia está jalonada de caudillismos, dictaduras y pronunciamientos militares. Y de corruptelas.

El gran triunfador de las pasadas elecciones ha sido Podemos y sus marcas afines, un grupo político que la derecha y parte de las izquierdas oficiales le dieron más que a una estera desde el mismo momento que sus líderes aparecieron en las televisiones. La derecha perdedora continúa atacando a quienes ganaron, especialmente a Manuela Carmena, una juez de carácter apacible y líder de una plataforma ciudadana madrileña. En cuanto a Ciudadanos, su éxito ha sido relativo pero este partido, representante de la derecha moderna, a pesar que sus resultados electorales han sido moderados está llamado a suceder a un PP autoritario, de mentalidad conservadora, más antigua que el “sabó blanet”.

Las pasadas elecciones ya han sido analizadas masivamente pero tengo que confesarles a mis lectores, aun a costa de que me califiquen como machista, que he gozado a tope sólo de pensar –y parece que mis ilusiones se cumplirán- que a partir de la semana que viene Esperanza Aguirre, María Dolores de Cospedal y Rita Barberá ya no presidirán nada y hasta es posible que pasen a engrosar las listas del paro. En cualquier caso ocuparán escaños en los que no podrán decidir nada. Larga vida les deseo a las dos señoras y a la señorita Rita pero lejos de los puestos de mando. Así sea.

Un dato del censo electoral de nuestro pueblo publicado en ENC me llamó la atención. Me refiero al número de alcoyanos que teniendo derecho al voto residen en el extranjero. Nada menos que 887 electores, supongo que la mayoría alcoyanos, o bien ciudadanos españoles que vivían entre nosotros por eso estaban empadronados en nuestra ciudad, no pudieron votar en persona el domingo aunque algunos en posible que lo hiciesen por correo. Pero este elevado número emigrantes denuncia que casi novecientos ciudadanos que deberían estar entre nosotros viven en el extranjero. Quiero suponer que quienes emigraron no son personas sin calificación, probablemente bastantes de ellos sean titulados superiores que no han encontrado trabajo, ni aquí ni en el resto del país.

Y esto es aún más grave si tenemos en cuenta que desde siempre Alcoy fue un pueblo industrial, manufacturero por excelencia, o sea que las materias primas las manipulamos, les damos valor añadido y las vendemos a quien quiera comprarlas. Antaño convertíamos trapos en tejidos y también en papel y el hierro lo fundíamos para transformarlo en máquinas herramienta, actividades industriales que ya han desaparecido las dos últimas y el textil se tambalea. En algún momento de la historia reciente también fuimos exportadores, incluso todavía tenemos industrias que envían sus productos por el mundo pero ahora, a la vista del censo electoral, al parecer también exportamos personas. Malo.

Volviendo a los pasados resultados electorales quiero destacar el caso curioso de Jaume Pascual, el eterno alcalde de La Alquería, que ha vuelto a ser reelegido. El hecho es doblemente importante, en primer lugar porque este político comarcal socialista ocupa la alcaldía de su pueblo desde el año 1979 y luego porque, visto desde los aproximadamente ocho o nueve kilómetros que separan La Alquería de Alcoy, su gestión desde la alcaldía me parece que ha sido excelente y ha situado La Alquería dentro del mapa provincial gracias a su trabajo como alcalde y, sobre todo, como diputado.

En resumen, los pasados comicios han dejado a todos en el lugar que les corresponde aunque algunos partidos locales no hayan quedado demasiado satisfechos de los resultados conseguido en las urnas. Sin embargo, que 887 electores alcoyanos no pudieran acercarse a las urnas porque residen en el extranjero, es un problema que debería preocuparnos a todos.

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