Un eje industrial de 14.500 empleos y que factura 2.000 millones de euros

Los representantes de la Plataforma por la Reindustrialización Territorial, que integran las patronales FEDAC, COEVAL e IBIAE, están convencidos del potencial industrial de estas comarcas y de su importancia en la economía de la Comunitat Valenciana, pese a la crisis que ha abocado a la desaparición de una parte de las empresas. La industria de la zona, pese a todo, sigue siendo una de las más potentes, tanto es así que no dudan en reivindicar el eje industrial L’Olleria-Ontinyent-Alcoy-Ibi como uno de los más importantes de la Comunitat Valenciana.

Y lo reclaman, porque así lo avalan los datos recogidos en el DNI Industrial, un estudio elaborado por la Universitat de Valencia en colaboración con los Ayuntamientos de Ontinyent e Ibi y la Mancomunitat del l’Alcoià y el Comtat.

Señala dicho documento que esta área representa en habitantes (228.175) el 3,2% de la Comunitat y en cambio están ubicadas aquí el 7% de las empresas de carácter industrial. Son, en concreto, 1.362 las industrias multisectoriales censadas en estas comarcas, las cuales generan 14.500 puestos de trabajo directo y facturan 2.000 millones de euros anules. 325 declaran que exportan sus productos al extranjero.

Con esta tarjeta de presentación el empresariado de las comarcas de l’Alcoià-Comtat, Vall d’Albaida y Foia de Castalla tratan de captar apoyos encaminados a la potenciación y consolidación de un sector industrial, tradicionalmente arraigado en la zona y afectado especialmente en los últimos años. Y sostienen que las áreas industrializadas resisten mejor los vaivenes económicos, generan empleo cualificado y de calidad y apuestan por las nuevas tecnologías y la innovación.

En la última década, la industrial ha perdido peso en importancia en la economía valenciana. También aquí, no obstante, todos los municipios importantes del área presentan un porcentaje de empresas industriales sobre el total muy superior a la media autonómica. En Ibi, el 24% de las empresas son de tipo industrial, en Banyeres es del 29%, en l’Olleria del 17% –en línea ascendente–, en Ontinyent la industria representa el 12% y el 11% en Alcoy. En la Comunitat es del 7%.

El sector terciario –servicios– comparado con el industrial es, sin embargo, reducido en la mayoría de los municipios de la zona, a excepción de Alcoy, que agrupa en este sector al 40% de las empresas del municipio.

Remarca el DNI Industrial que en el eje que comprende las cuatro comarcas señaladas, el total de contratos firmados en 2014 en industria supera ampliamente la media de la Comunitat. En particular en l’Alcoià, con más del 36% de contratos realizados en este sector está por encima de comarcas como l’Alt Vinalopó y l’Horta.

Es de destacar también, subraya el informe, que el volumen de facturación es todavía importante en algunos subsectores, sobre el total de la Comunitat. Tal es el caso de la industria textil que se localiza en los municipios de Albaida, Alcoy, Bocairent, Cocentaina, l’Olleria, Muro y Ontinyent. Entre los siete facturan el 33% del total del textil valenciano y aglutinan también a algo más de una tercera parte del empleo en este sector. Si se une el sector de la confección, las cifras ascienden al 45% aproximadamente. Por su parte, Ibi concentra más del 12% de la facturación del subsector del caucho y plásticos y la misma cifra en empleo. Si se consideran las ocho ciudades principales del área, el porcentaje de facturación respecto a la Comunitat es del 14% y el empleo del eje industrial representa el 12,5%.

DEBILIDADES Y AMENAZAS

Con todo, la industria es consciente de la necesidad de cambios y mejoras para posicionarse y consolidarse como una industria potente y dinámica capaz de tirar de la economía de la zona y posicionarse todavía mejor en el ámbito autonómico. Entre las debilidades, el DNI Industrial apunta la falta de suelo industrial que es, especialmente grave en Alcoy. También se considera escasa la promoción y se reclama una imagen o marca industrial que asocie al sector industrial con la zona.

Se considera un hándicap la ausencia de servicio ferroviario de transporte de mercancías, la salida del mercado en los últimos años (prejubilaciones y EREs) de personal cualificado de tipo medio y la necesidad de una formación acorde a la demanda de las empresas. A su vez, se considera una amenaza que la Generalitat haya priorizado, en detrimento de la industria, otros sectores. También lo son –señala el estudio– la falta de líneas de financiación bancaria, la excesiva fiscalidad y los elevados costes energéticos.

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